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Legisladores mexicanos se despedirán de sus curules –escaños– con una partida millonaria que incluye un bono del equivalente a 129.000 dólares para cada senador y de hasta 62.000 dólares para cada diputado, al terminar su periodo en 2018.
En medio de una crisis tras los terremotos en septiembre, los legisladores aprobaron el Presupuesto de Egresos 2018, en el que también se asignaron aumentos salariales para funcionarios públicos, desde el Presidente de la República hasta ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Y aunque algunos legisladores han argumentado que no se aprobaron un ‘megabono’, sino que ese dinero es el producto del ahorro de su trabajo; la mitad sí proviene del bolsillo de los mexicanos y es una partida que no paga impuestos, o más bien, los pagamos todos nosotros.
Al contemplarse dichas prestaciones extraordinarias en el Presupuesto de Egresos 2008, se evidencia que no es solo un tema de ahorro de los legisladores, sino que el Congreso de la Unión destina una buena parte de su presupuesto a estas.
Incluso el senador panista Ernesto Ruffo consideró que las percepciones de los legisladores son altas, por lo que las prestaciones elevan mucho el gasto.
«Si analizamos la dieta del Senado con lo que ocurre afuera en el mercado laboral, no creo que muchos de mis compañeros tengan la preparación para cobrar esa cantidad», dijo el legislador. ¿Quién se le habrá venido a la mente?
Pagamos por legisladores del más alto nivel
La preparación de los integrantes del Congreso en México supera cualquier expectativa. Algunos legisladores iluminan el Palacio Legislativo con grandes teorías científicas. La actriz y diputada del PRI, Carmen Salinas, encontró el hilo negro detrás de los sismos.
Otros legisladores del partido del presidente Enrique Peña Nieto, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), también deslumbran con educación de alcurnia.
Justamente en medio de la aprobación del Presupuesto de Egresos 2018, diputadas del PRI, protagonizaron una gresca que nos trasladó a un estadio de futbol.
Mientras el diputado del partido de oposición Morena, Ariel Juárez, mostraba su rechazo al presupuesto y señalaba la corrupción del partido en el gobierno, las diputadas Arlet Mólgora, Jasmine María Bugarín, Xitlalic Ceja, Cristina Sánchez Coronel, Gloria Himelda Féliz Niebla, Rocío Díaz Montoya y Sara Latife Ruiz Chávez lanzaban un «¡Fuera!» seguido de «Ehhhhhh putooooo», grito acostumbrado en partidos de futbol en México.
Y pese a que la Federación Mexicana de Futbol ha prohibido en los estadios esta expresión por su naturaleza homofóbica y machista, las legisladoras pusieron de manifiesto su linaje en el Congreso.
«El sentido con el que se da este grito colectivo en los estadios no es inocuo; refleja la homofobia, el machismo y la misoginia que privan aún en nuestra sociedad. Por eso resulta doblemente gravoso que este grito homofóbico se traslade del estadio al Congreso de la Unión, espacio público por excelencia de un sistema democrático que, por tanto, está llamado a guardar la máxima aspiración incluyente», expresó el Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación, CONAPRED a través de un comunicado.
Las legisladoras pertenecientes a comisiones de alerta y equidad de género, juventud y derechos humanos, entre otras, así desquitan su sueldo.
Dijeron «bruto», ¿qué no oyes bien?
El coordinador de los diputados priistas, César Camacho Quiroz, salió en defensa de sus compañeras y aseguró que el grito había sido en realidad «bruto» y que por lo tanto, nos deben las disculpas.
Siempre a favor de la igualdad plena y contra la discriminación, mis compañeras diputadas no agraviaron a nadie, dijeron «bruto» en defensa ante un cobarde diputado que nos agredió a todos. http://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/diputadas-dijeron-bruto-y-no-puuu-cesar-
Y para rematar las duras jornadas en las cámaras, fue la Suprema Corte de Justicia de la Nación la que ordenó a los miembros del Congreso cumplir con su trabajo de legislar sobre publicidad gubernamental, el cual debieron haber hecho desde 2014.
Así que mientras aún hay miles sin casa y algunos todavía pernoctan en las calles, luego del sismo del 19 de septiembre, así trabajan en el Congreso y así les pagamos sus sueldos los mexicanos.
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