Expertos señalan que la inyección utiliza el plasma de pacientes que se recuperaron del padecimiento. Afirman que puede proteger contra el nuevo coronavirus por meses.
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Una solución prometedora para prevenir temporalmente el COVID-19 antes de que llegue una vacuna se ha enfrentado a la resistencia del Gobierno de Estados Unidos y fabricantes de medicamentos, afirmó una investigación de Los Angeles Times.
Los médicos y expertos explican que una inyección en la parte superior del brazo usando el plasma rico en anticuerpos de los sobrevivientes del padecimiento podría inocular a las personas contra el virus SARS-CoV-2 durante meses, pero los funcionarios federales y las empresas no han actuado, señaló el medio.
Los funcionarios federales han rechazado dos veces las solicitudes para discutir la propuesta y las compañías farmacéuticas se han negado a diseñar o fabricar las inyecciones, incluso cuando reconocen la probable eficacia del plan, informó Los Angeles Times.
Michael Joyner, un investigador de la Clínica Mayo que dirige un programa patrocinado por la Administración de Alimentos y Medicamentos para capitalizar los anticuerpos contra el nuevo coronavirus de los sobrevivientes de COVID-19, calificó la inacción como una «oportunidad perdida».
Las diferencias entre ambas partes es sobre el momento, en lugar de la promesa de la idea, enfatizó el informe. Funcionarios federales de salud y grupos de la industria dijeron que cualquier terapia basada en plasma debería centrarse en tratar a las personas que ya están enfermas, no en la prevención. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, consideró que la idea es un «concepto atractivo», pero los científicos primero deben demostrar que es eficaz para los pacientes actuales.
Mientras tanto, las empresas son reacias a invertir en un producto que pronto podría ser reemplazado por una vacuna. Las principales compañías de plasma Grifols, Takeda Pharmaceutical y CSL Behring señalaron que sus esfuerzos se centran en el tratamiento de pacientes con casos graves del nuevo coronavirus.
«La elección de un método u otro no tiene conexión con las posibles implicaciones financieras o de precios», dijo un portavoz de Grifols al periódico.
Algunos científicos quieren que los ensayos clínicos comiencen de inmediato, argumentando que las inyecciones ofrecen el único método plausible para prevenir millones de infecciones.
Incluso una vacuna, cuando se desarrolle, es poco probable que proporcione inmunidad de por vida, enfatizó Fauci el lunes en una videoconferencia. Él espera que el público tenga una respuesta antes de fin de año o principios de 2021 sobre si una de las más de 140 vacunas experimentales en desarrollo ha demostrado ser segura y efectiva.