Puerto Vallarta
En el municipio de Puerto Vallarta en su área céntrica es atractivo ver pasar las peregrinaciones con un alto fervor guadalupano.
En las calles céntricas de Puerto Vallarta, cada diciembre se respira un aire de devoción y alegría, teñido por el fervor guadalupano que une a la comunidad.
Peregrinaciones llenas de color y cánticos atraviesan la ciudad, mientras familias enteras caminan con ofrendas de flores, imágenes de la Virgen de Guadalupe y velas encendidas.
Los comerciantes adornan sus negocios con mantos y figuras de la Virgen, y los altares improvisados, decorados con rosas y luces, se convierten en puntos de encuentro para la oración.
La calidez de la fe se entrelaza con el bullicio de la ciudad, creando una atmósfera única que celebra la unión espiritual y cultural de este rincón del Pacífico mexicano.
Por la noche, las procesiones iluminan las calles con una magia especial.
Los fieles avanzan al ritmo de mariachis y tamborileros, entonando plegarias y canciones tradicionales que rinden homenaje a la “Morenita del Tepeyac”.
La Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, epicentro de esta devoción, se llena de luces y visitantes, convirtiéndose en un santuario viviente donde convergen locales y turistas.
Es un momento en el que Puerto Vallarta late al compás de la fe, reafirmando su identidad y tradición en cada paso que los fieles dan hacia su patrona celestial.
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