WASHINGTON (apro) – Debido al cierre obligado de negocios y empresas de todo tamaño para evitar la expansión del contagio del coronavirus en Estados Unidos, 44.2 millones de personas perdieron su empleo durante los últimos dos meses y medio, informó el Departamento del Trabajo.
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De acuerdo con el gobierno del presidente Donald Trump, la semana pasada 1.5 millones de personas se agregaron a las listas del desempleo por lo que la suma de las pasadas 12 semanas desde que inició el cierre de negocios y empresas superó a los 44 millones.
El covid-19 ha tenido efectos altamente negativos en Estados Unidos que es el epicentro mundial del virus tanto en propagación como en decesos, y por lo pronto no se tiene una hoja de ruta que defina la contención y eliminación del virus.
De acuerdo con el conteo que minuto a minuto realiza y actualiza la Universidad de Johns Hopkins, en Estados Unidos hay dos millones 464 mil personas que han dado positivo al contagio de covid-19 y 112 mil 924 decesos confirmados.
Las autoridades federales de salud pública de Estados Unidos, y en contra de lo que asegura Trump, insisten en que el coronavirus sigue siendo una gran amenaza latente para la población y que aún la nación y el mundo está muy lejos de cantar victoria.
Sur y oeste las zonas más afectadas
Tras superarse la cifra de los dos millones de contagios se dio a conocer que la pandemia azota severamente a los estados del sur y del oeste de Estados Unidos, donde las autoridades políticas han decidido reabrir sus economías para parar el desempleo y reactivar la productividad.
En Carolina del Sur, por ejemplo, las autoridades sanitarias del gobierno federal dijeron desde la semana pasada que se registró un aumento del 40% en el contagio de personas de coronavirus, y a menos escala en Carolina del Norte, Arkansas y Texas.
El Departamento del Trabajo indicó que la mayoría de los solicitantes del seguro de desempleo (para recibir subsidios económicos, de vivienda y alimenticios), laboraban en pequeños negocios, empresas, restaurantes, almacenas y tiendas de autoservicio.
Oficialmente las autoridades económicas y financieras de Estados Unidos han decretado una recesión generada por la inactividad en la productividad que naturalmente provoca el despido masivo de trabajadores en los distintos casilleros macroeconómicos.
Trump, optimista
En contra de lo que señalan las diferentes estadísticas con las que se mide la salud económica de los Estados Unidos, el presidente Trump insiste en que la recuperación en todos los ámbitos macroeconómicos está cerca y que la bonanza será tanta que el mundo los envidiará.
La semana pasada el Departamento del Trabajo reportó que durante el pasado mes de mayo y en referencia al de abril, se registró una contracción de 1.4% en la tasa anualizada del desempleo por lo que en la actualidad esta cifra es de 13.3%.
Tras conocer la reducción en la tasa anualizada de desempleo, exultante, Trump salió al Jardín de las Rosas de la Casa Blanca a proclamar que la contracción de la tasa porcentual de la pérdida de empleos es resultado de los trabajos que él directamente ha realizado en términos económicos.
La explicación que dio el Departamento del Trabajo sobre la reducción de 1.4% de mayo respecto a la estadística anualizada de desempleo de 14.7% que había en abril, sostuvo que el mes pasado se reincorporaron 2.5 millones de personas a la planta laboral, que no son plazas nuevas.
La pandemia ha sacudido fuertemente a los Estados Unidos y sus efectos en este sentido sólo se comparan a los de la Gran Depresión del siglo pasado, por lo que los expertos en esta materia dudan de los vaticinios tan optimistas que hace Trump en el corto plazo.