La rapidez en la notificación al banco es clave para intentar detener una transferencia errónea
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¿Qué hacer si, por un descuido, transfieres fondos a la cuenta equivocada? La respuesta, lejos de ser sencilla, implica comprender los límites de acción de los bancos y las alternativas reales para intentar recuperar el dinero.
La Condusef aclara que las instituciones bancarias tienen un margen de maniobra muy restringido cuando el error proviene del propio cliente.
En el caso de transferencias a cuentas del mismo banco, la operación se refleja de forma inmediata, lo que dificulta cualquier intento de cancelación.
El banco puede, en estos casos, contactar al titular de la cuenta receptora para informarle sobre el error y buscar un acuerdo para la devolución de los fondos, pero no puede obligar a la persona a regresar el dinero.
“Las instituciones financieras no pueden intervenir de forma directa para solucionar el problema”, enfatiza la comisión, lo que deja al usuario en una posición vulnerable.

Ante este escenario, la Condusef recomienda actuar con rapidez. Si la transferencia se realizó a una cuenta del mismo banco, es fundamental comunicarse de inmediato con la sucursal donde está registrada la cuenta de destino.
Algunas entidades manejan horarios de corte, y si la notificación se realiza antes de ese límite, existe la posibilidad de que la transferencia pueda detenerse.
“Todas las entidades tienen una hora de corte y la transferencia se lleva a cabo dependiendo su sistema”, explica la comisión, por lo que el tiempo es un factor determinante.
Si la operación ya se concretó y el banco no logra mediar un acuerdo con el titular de la cuenta receptora, la última alternativa es recurrir a instancias legales. En este caso, los gastos que genere el proceso deberán ser cubiertos por la persona afectada, lo que puede representar un costo considerable en comparación con el monto transferido por error.

Para evitar este tipo de situaciones, la Condusef insiste en la importancia de verificar cuidadosamente los datos antes de realizar cualquier operación. Al hacer un depósito o pago en sucursal, se debe comprobar que el número de cuenta corresponde al destinatario correcto y que la cantidad coincide con la del recibo.
En transferencias electrónicas, es esencial revisar que el número CLABE pertenezca al titular deseado y digitarlo con precisión. Además, conservar los comprobantes de cada operación puede facilitar cualquier aclaración posterior.
En el caso inverso, si recibes un depósito por error, la recomendación es no disponer de ese dinero y contactar de inmediato a tu banco para esclarecer el origen de los fondos. Utilizar recursos que no te pertenecen puede derivar en responsabilidades legales.
La Condusef concluye que la prevención es la mejor herramienta para evitar complicaciones. La verificación minuciosa de los datos y la comunicación inmediata con la entidad financiera ante cualquier error son las acciones más efectivas para proteger tu dinero.