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COLIMA, Col. (apro).- Periodistas de esta ciudad se manifestaron hoy frente a las instalaciones del Congreso local para protestar por la intensificación de los ataques contra integrantes del gremio en el país, siete de los cuales –subrayaron– han perdido la vida en lo que va de 2017, y el último de ellos fue Jesús Javier Valdez Cárdenas, asesinado ayer en Sinaloa.
El corresponsal del diario La Jornada en Colima, Juan Carlos Flores Carrillo, lamentó que nadie escuche a los periodistas, y soltó: “Javier Valdez dijo que estamos solos y sí, es cierto, estamos solos. La clase política y las autoridades no hacen caso, la sociedad tampoco y, lamentablemente, algunos de nuestros compañeros periodistas también se quedan en silencio”.
Indicó que la manifestación de este martes se hizo para decir: “ya basta de impunidad, basta de asesinar a nuestros compañeros”, aunque se mostró consciente de que estas protestas se han vuelto cotidianas y poco se puede hacer.
Flores Carrillo subrayó que una vez más los periodistas de todo el país están elevando su voz, pero “¿qué está pasando? No está pasando nada, nuestra voz sigue sin encontrar eco. Conminamos a todos los periodistas, la sociedad y los actores políticos a que, de una vez por todas, exijan ni un muerto más”.
Por su parte, Juan Ramón Negrete Jiménez, miembro del Comité Nacional de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (Fapermex), consideró que es momento de alzar la voz y exigir al Congreso de la Unión que ahora que en el debate sobre la Ley de Seguridad Interna se incluya un capítulo para proteger a los periodistas y se ordene a todos los gobiernos estatales crear protocolos de seguridad para la protección de quienes se dedican a esta profesión y se encuentran en situaciones de alto riesgo.
Aclaró que de acuerdo con las cifras de la Fapermex, en lo que va del año han sido asesinados siete periodistas, no seis, pues varios organismos han omitido el caso de Carlos Alberto García Martínez, locutor de Radiorama en Tecomán, Colima, asesinado el 20 de febrero pasado, antes de que ocurrieran los crímenes de Cecilio Pineda Brito, en Guerrero; Ricardo Monloi Cabrera, en Veracruz; Miroslava Breach Velducea, en Chihuahua; Maximino Rodríguez Palacios, en Baja California Sur, y Filiberto Álvarez Landeros, en Morelos.
“Con tristeza –dijo Juan Ramón Negrete en nombre de la Fapermex– observamos que al territorio nacional lo están convirtiendo en un cementerio de periodistas, y no es posible que permitamos eso, tenemos que alzar la voz por aquellos a los que quieren callar, los que fueron incómodos para el sistema, los que fueron incómodos para los grupúsculos delincuenciales a los que les estorbaron, por ellos tenemos que seguir alzando la voz”.
En el caso de Javier Valdez, Negrete indicó que de acuerdo con los primeros reportes, en un primer momento fue despojado de su camioneta para hacer creer que se trataba de un simple asalto, pero después le dispararon hasta comprobar que se encontraba muerto.
“El colega asesinado era un experto en los temas del narcotráfico, sin embargo, el hecho de que como periodistas podamos estar escribiendo sobre ese flagelo no debe ser una condena de muerte para quienes a ello se dedican. Tenemos que decir lo que la sociedad quiere escuchar y lo que a los grupúsculos les interesa que no demos a conocer”, concluyó.
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