jornada.com.mx
Las opciones para un verano divertido, lejos de los destinos de sol y playa, han sido más escasas este año. Para aquellas familias que no han salido de Ciudad de México, las alternativas gratuitas o de bajo costo son limitadas.
Las actividades recreativas en casas de cultura, espacios públicos como parques, plazas o centros culturales son la principal atracción, aunque se mantienen con altas tasas de demanda las visitas a los museos, el zoológico y la cascarita de futbol en el parque.
Sin embargo, los costos de muchas actividades superan los 90 pesos por persona, y en los museos de la capital del país son pocas las actividades gratuitas para niños y adolescentes, como el Museo Nacional de Arte que permite el acceso gratuito de un adulto y un menor de 10:00 a 14:00 horas y la participación en un taller.
Ir de vacaciones a la playa, sueño de infantes
Noel tiene 12 año y su sueño era ir a ver a su abuela al Puerto de Veracruz, pero este año no hubo recursos para realizar el viaje. Por ello, acude con su abuelo Antonio a un museo distinto cada día. En el de Memoria y Tolerancia acudió a un taller y los domingos visita con la familia el zoológico de Chapultepec, ya que se ofrece la entrada gratuita.
Hilda es madre de Sebastián, de siete años, y Lucía, de cinco, y asegura que el problema no sólo ha sido el costo para entrar a la mayoría de las atracciones que ofrece la ciudad en el verano, también los horarios, porque los padres no dejamos de trabajar en estos días y no siempre hay un familiar adulto que los pueda acompañar; pero ojalá hubiera más actividades culturales o lúdicas porque si se quedan en casa lo primero que hacen es conectarse todo el día a Internet.
Pero no todos optan por el mundo virtual. Pedro juega sin parar en un camellón de la colonia Romero Rubio, al norte de Ciudad de México. Asegura que en casa no siempre hay recursos para salir de vacaciones, sin embargo no pierde la oportunidad de practicar su deporte favorito: el futbol.
Cualquier tarde de verano es una buena oportunidad, dice, para jugar con sus vecinos, que como él, durante los días de asueto sólo han visitado el zoológico de Aragón y algún museo en domingo, pues ese día no cobran la entrada.
Mi mamá buscó en la delegación por si había talleres y actividades, pero no me han llevado: seguro no encontró. A mí me gusta quedarme con mis abuelos y jugar futbol. Acá la casa es grande y puedo correr o hacer otras cosas, porque en vacaciones sólo hago lo que me gusta, afirma sonriendo, antes de correr tras el balón.