Cuatro décadas atrás, la capital del país vivió uno de sus momentos más trágicos por el terremoto de magnitud 8.1
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Hace 40 años, en una mañana del 19 de septiembre de 1985, la Ciudad de México viviría uno de sus episodios más trágicos en la historia, el cual ha marcado una huella inmemorable desde aquel entonces.
A las 07:19 horas se registró un terremoto de magnitud 8.1, el cual provocó severos daños y afectaciones importantes. Caída de edificios, miles de muertes, escombros y una sociedad organizada ante la catástrofe que se vivía esa mañana fueron parte de lo que comenzó a registrarse durante las primeras horas.
De acuerdo con datos del Archivo General de la Nación del Gobierno de México en su sitio web oficial, las autoridades de aquel entonces contabilizaron entre seis y siete mil muertos. En tanto, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) contabilizó un total de 26 mil personas fallecidas. Hasta la fecha, no se tiene el reporte oficial de los decesos tras el movimiento telúrico.
Diferentes edificios se derrumbaron y casas se derrumbaron durante el terremoto del 19 de septiembre, entre los que destacan: el Hotel Regís; las instalaciones de Televisa, ubicadas en Avenida Chapultepec; el edificio Nuevo León en Tlatelolco; así como varias oficinas de distintas Secretarías de Gobierno.
También diferentes casas cayeron por el movimiento telúrico; entre los lugares más afectados se registraron en la zona centro de la Ciudad de México. Colonias como Morelos, Tepito, Lagunilla, Guerrero y Valle Gómez fueron los sitios donde se registraron mayores derrumbes.
Lo anterior provocó que cientos de familias se quedaran sin hogar u otras de ellas tuvieran que abandonar sus patrimonios, debido a que el temblor había provocado importantes daños.
Por varios días, no solamente elementos de emergencia como bomberos, policías, así como los llamados ‘Topos’ ayudaron a las labores de rescate y remoción de escombros; la población civil en México apoyó en estas tareas y demás situaciones provocadas por el terremoto de aquel 19 de septiembre.
Muchas vidas se perdieron aquel día, pero también se reportaron casos de personas que llevaban varios días atrapadas entre los escombros y sobrevivieron.
El temblor de 1985 marcó un antes y un después en la vida de México, ya que anteriormente no existían protocolos para este tipo de eventos naturales.
Las diferentes autoridades en conjunto con la sociedad civil han establecido reglas para actuar ante estas emergencias, por lo que actualmente se han creado los Simulacros Nacionales, que cada 19 de septiembre, en conmemoración de aquel hecho, se realizan para estar preparados en caso de una emergencia natural.