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De las mujeres de 15 a 49 años que han estado embarazadas durante los cinco años pasados, 33.4 por ciento ha sufrido una o varias formas de maltrato durante el parto, consigna la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares.
Ciudad de México fue la entidad con más alta proporción de reportes de maltrato, con 30.5 por ciento, seguida por el estado de México, Querétaro y Aguascalientes, Coahuila, Tlaxcala, Yucatán, Jalisco, Morelos e Hidalgo, con distintos porcentajes.
Además, se revela que el abuso y la violencia se presentó con más frecuencia cuando el parto fue atendido en instituciones estatales de salud, con 29 por ciento; seguidas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con 28.7 por ciento, y los centros de salud, con 26.5.
La colocación de un método anticonceptivo sin consentimiento de la mujer se presentó con mayor frecuencia en el IMSS, con 22.7 por ciento; seguida de las instituciones estatales de salud, con 18.7 por ciento, así como de centros de salud, en los que el reporte fue de 16.7 por ciento.
Mayor maltrato a mujeres sin pareja
Los resultados de la encuesta también revelan que tanto el abuso, la violencia y la atención no autorizada se presentaron con menor frecuencia en mujeres unidas o casadas, mientras la prevalencia más alta se registró en las que no tienen pareja.
El promedio de edad de las mujeres que sufrieron de atención no autorizada fue 27.7 años, en contraste con las que no la padecieron, de 28.7 años. Quienes fueron abusadas y violentadas son, en promedio, un año más jóvenes –27.7 años– que las que no sufrieron estos maltratos –28.8 años– durante el parto.
Las mujeres que se atendieron en las instituciones estatales de salud presentaron un riesgo 4.61 veces mayor de sufrir abuso y violencia durante el parto, en comparación con las que lo hicieron en clínicas privadas, señala Roberto Castro Pérez, investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y uno de los tres especialistas que elaboraron las preguntas para parte de esta encuesta.
Entre las situaciones más habituales que reportaron las mujeres que fueron violentadas se cuentan la colocación no consentida de algún método anticonceptivo; la negativa de anestesiarlas para disminuir el dolor; palabras ofensivas o humillantes; tardanza excesiva para recibir atención, con el argumento de que las pacientes gritaban o se quejaban mucho; presionar para que aceptaran la colocación de un dispositivo u operación para no tener más hijos; negativa a recibir información sobre el parto o el estado de salud del bebé, o gritos y regaños del personal médico que atendió el alumbramiento.
El especialista señaló que aunque estos datos son una aproximación de lo que miles de mujeres experimentan en México en las salas de parto, el estudio es un gran avance, pues no se contaba con datos del país, que además abarcaran a una muestra tan representativa de la realidad nacional, con lo cual se ha convertido en un ejercicio sin precedente en el mundo.
Las preguntas de la encuesta estuvieron dirigidas a mujeres de 15 a 49 años que en los cinco años pasados hubieran experimentado un parto; se estima que en esta condición había alrededor de 8.5 millones de madres en el país, y la muestra abarcó a un total de 24 mil 126 mujeres.