jornada.com.mx
Colima, Col. Al concluir los trabajos de exhumación de 55 fosas clandestinas localizadas en la comunidad de Cerro de Ortega, municipio de Tecomán, la Fiscalía General del Estado (FGE) dio a conocer que se encontraron restos óseos de 92 víctimas.
Este hallazgo representa el mayor número de cadáveres localizados en una sola zona desde el mes de febrero de 2019, donde en un predio de la comunidad de Santa Rosa, también en el municipio de Tecomán, fueron localizados restos óseos de 84 personas.
En un comunicado, la dependencia reportó que el hallazgo fue dado a conocer el pasado 28 de abril a los medios de comunicación donde preliminarmente se localizaron 36 cuerpos, pero se continuó trabajando hasta el pasado 4 de junio en tres predios hasta concluir con el hallazgo de un total de 92 restos óseos que pueden estar relacionados con personas desaparecidas de Colima y otros estados del país.
Durante los trabajos de exhumación, participaron los grupos de búsqueda que dirige la Policía Investigadora Grupo Zorro y la Comisión de Búsqueda de Personas (CBPE) con la participación de familiares que integran los colectivos de personas desaparecidas del Estado y otras entidades federativas a quienes se les da acceso bajo los términos de la orden de cateo conforme al principio de participación conjunta que permite una participación directa de las víctimas.
Como resultado de esta labor de inspección que se realizó en conjunto por la Fiscalía Especializada en Desaparición de Personas (FEDP), la CBPE y Colectivos, se tuvo como resultado la localización de “55 fosas clandestinas y 92 restos humanos u óseos mismos que fueron exhumados por Peritos de la Dirección General de Servicios Periciales de esta FGE y que fueron trasladados al Servicio Médico Forense para su identificación”, indicó el comunicado.
En los trabajos interinstitucionales de identificación, participan personal multidisciplinario de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas a través del Centro Nacional de Identificación Humana; Fiscalía General de la República; la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Colima; Gobierno de Sonora; Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses; Fundación de Antropología Forense Guatemalteca; así como la Dirección General de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado de Colima.
En entrevista para este medio, el fiscal Bryant Alejandro García Ramírez, comentó que “el trabajo de inteligencia e investigación que la Fiscalía Especializada lleva a cabo en materia de búsqueda de personas desaparecidas, además de importantes detenciones por parte de la Secretaría de Seguridad Pública, permitieron tener indicios de la ubicación de los predios en donde se encontraron las fosas”.
Por su parte, el fiscal especializado en Desaparición de Personas, Héctor Javier Peña Meza, puntualizó que “sobre la identificación de los restos encontrados para determinar a qué sexo corresponde cada uno de los cadáveres, además del análisis anatómico preliminar, se realizarán dictámenes de necropsia, genética forense, antropología forense y odontología forense”.
El procedimiento consiste en recabar muestras de los cuerpos y bajo los procesos de obtención de perfiles genético, el ADN se confrontará con el Banco de Datos que se tiene en la Fiscalía del Estado y el Banco Nacional de Datos Forenses de Identificación Humana para que en caso de coincidencia, se entregue a los familiares que comparezcan ante la institución.
Por último, comentó que derivado de que se confirmara este hallazgo, varias personas han acudido a esta institución para aportar su perfil genético, así como a las campañas que fueron llevadas a cabo para la toma de muestras y que fueron efectuadas por la CNB y la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Colima, con el propósito de corroborar si alguno de los cuerpos recuperados corresponde a su familiar; sin embargo, la información preliminar indica que los restos humanos y/o óseos corresponden a personas adultas, cuyas edades podrán calcularse por medio de los dictámenes correspondientes.
“La información disponible hasta el momento apunta a que la mayoría de los restos tienen tres años a la fecha de haber fallecido; además es importante resaltar que dichos resultados se obtienen gracias al trabajo coordinado que existe entre las instituciones”, finalizó.