Hoy en día, algunos criminales vinculado a violentos criminales continúan en libertad y nadie les sigue el rastro; esto es lo que se sabe
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Aunque las actividades ilícitas han incrementado y se han expandido durante los últimos años, hoy en día, México no cuenta con un programa de recompensas a nivel federal como lo hizo por 15 años. Incluso, en la actual administración se dejó de buscar a varios criminales considerados como objetivos prioritarios.
Así lo dieron a conocer fuentes federales al diario Milenio. De acuerdo con el medio citado, personal ministerial y federal que antes tenía la tarea de buscar a generadores de violencia actualmente se desempeña en otras áreas para hacer frente al crimen organizado; esto sin que sus funciones fueran redistribuidas o encomendadas a alguien más.
Entre los grupos delictivos que han dejado de ser prioridad del gobierno se encuentran Los Zetas y la Línea, así como también bandas criminales dedicadas al secuestro como ‘la Flor’ -o ‘Petriciolet’- y Los Bayardo.
Estos son algunos de los criminales que, según revelaron los funcionarios, ya no son buscados en la actualidad.
‘El Azul’
En la primera década de los 2000, Juan José Esparragoza Moreno, mejor conocido como ‘El Azul’, era uno de los hombres más buscados por el gobierno de México. Así lo data una ficha inactiva de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), dependencia que llegó a ofrecer una recompensa de 30 millones de pesos por información certera y oportuna para su localización o detención.
Nacido en Huixiopa, un poblado que forma parte de Badiraguato, Sinaloa, Esparragoza Moreno se convirtió en un importante líder del Cártel de Sinaloa; papel que mantuvo al menos hasta
junio de 2014, fecha en la que RíoDoce reportó su deceso.
Según informó el semanario y otros medios locales, el capo se vio involucrado en un grave accidente automovilístico a finales de mayo de 2014 que lo llevó a estar hospitalizado durante 15 días a causa de una lesión en la columna vertebral. Aunque se dice que el percance no lo mató, la versión más conocida refiere que, mientras ‘El Azul’ estaba en recuperación, intentó levantarse de la cama e inesperadamente, sufrió un ataque al corazón.
A razón de su gran notoriedad en el mapa criminal de México y la falta de una confirmación visual, ni las autoridades de Estados Unidos ni las de México bajaron a guardia, ocasionando que durante los próximos años continuara siendo buscado por ambos gobiernos. Al menos así habría ocurrido hasta la llegada de Andrés Manuel López Obrador al Ejecutivo.
Hoy en día, ‘El Azul’ es historia para las autoridades federales.
De La Línea
Otros generadores de violencia que fueron dejados de buscar por las autoridades, según señala el medio ya citado, son Juan Pablo Ledezma, alias ‘El JL’, y Juan Pablo Guijarro Fragosa, ‘El Mónico’, integrantes del cártel ‘La Línea’, brazo armado del Cártel de Juárez.
De acuerdo con antiguos informes, la PRG ofrecía 15 millones de pesos por cada uno. Sin embargo, las compensaciones nunca se desembolsaron.
Aunque del segundo personaje se conocen pocos datos, del primero destaca que diversos medios refieren que ha mantenido el liderazgo del Cártel de Juárez desde el 2014. Es acusado de delitos como homicidio, lavado de dinero y narcotráfico.
‘El Contador’
Por parte de Los Zetas, organización criminal vinculada a múltiples hechos violentos en estados como Tamaulipas, Nuevo León, Veracruz y Coahuila, se habla sobre la pérdida del rastro de Maxiley Barahona Nadales, alias ‘El Contador’ o ‘Z-19′.
De acuerdo con distintos reportes, ‘El Contador’ fue uno de los líderes del grupo criminal referido. Se destacó por su ascenso dentro de la organización, llegando a tener control sobre diversas actividades ilícitas como el tráfico de drogas, secuestros y extorsiones.
Pese a haberse enfrentado a múltiples operativos que tenían la intención de capturarlo, así como una recompensa de 10 millones de pesos, Barahona Nadales continúa en libertad. Se le conoce como “el único fundador de Los Zetas que sigue vivo y fuera de la cárcel”.
Cabe destacar que la PGR dio inicio a un Programa de Recompensas en febrero de 2006, mismo que continuó siendo parte de la actual Fiscalía General de la República (FGR). Tras poco más de 15 años, el proyecto llegó a su fin el 27 de octubre de 2021 por decreto del actual mandatario federal.