CIUDAD DE MÉXICO (apro).-En el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el peso logró apreciarse 3.86% frente al dólar impulsado por la disminución de tasas de interés a nivel global, el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, además de la firma del protocolo modificatorio del T-MEC.
En el último día del año, el billete verde se cotizó en 19.16 unidades en ventanillas bancarias.
“Podría decirse que durante el año la cotización del peso fue estable, a pesar de todos los eventos que generaron volatilidad en los mercados financieros a nivel global” señaló el análisis del Banco Base.
A pesar de los movimientos en el año, agregó, el tipo de cambio ha mostrado estabilidad en comparación con años previos debido a dos factores como la postura restrictiva de Banco de México que ha evitado que se observen flujos de capitales negativos en la cuenta financiera, a pesar de los recortes a la tasa de interés y al superávit comercial, que ha permitido la mayor entrada de divisa extranjera a México.
Aunque el 2019 fue un año en el que el peso recuperó terreno frente a la divisa norteamericana, en la década, el peso mexicano acumuló una depreciación de 44.3% o 5 pesos y 80 centavos, ya que el primero de enero de 2010 el peso cotizaba cerca de 13.09 pesos por dólar.
Según el Banco Base, en promedio, peso se ha depreciado de manera anual 4.2%, siendo 2016 el mes en que se observó la mayor depreciación, cuando la moneda mexicana perdió 20.45% o 3 pesos y 52 centavos.
Fue entre 2013 y el 2016 cuando la Fed frenó sus estímulos monetarios y comenzó a normalizar su tasa de interés, mientras que a finales de 2016 se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos que dieron la victoria a Donald Trump, elevando la incertidumbre con respecto a la estabilidad económica en México.
Para el 2020 existen los siguientes riesgos para el tipo de cambio:
El proceso de juicio político en contra de Trump; la ratificación del T-MEC en Estados Unidos; la continuidad de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y sus efectos negativos sobre el crecimiento económico global.
También se encuentran la estabilidad del sistema financiero estadounidense; las elecciones presidenciales en Estados Unidos; la debilidad del crecimiento económico en México y la estabilidad de los precios del petróleo y el riesgo de presiones a la baja.