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TEPIC, Nay. (apro).- El hallazgo de los restos óseos de 33 personas en cuatro fosas clandestinas localizadas en la comunidad Pantanal, municipio de Xalisco, superó el número de espacios de los frigoríficos del Servicio Médico Forense (Semefo) en esta capital, que únicamente pueden almacenar 27 cuerpos.
Raúl Corona, supervisor del Semefo, informó que mientras se realiza la labor de identificación de las víctimas, los restos fueron embalados en bolsas especiales, y hasta cuatro de éstas fueron colocadas en cada contenedor para congelación.
En rueda de prensa ofrecida por el fiscal general Petronilo Díaz Ponce, acompañado de varios de sus colaboradores, Corona reconoció que si se tratara de cadáveres completos o con pocos días de haber muerto, no habría capacidad para almacenarlos, pues además de los restos encontrados hay 13 cuerpos en el Semefo y sólo tiene una cámara de congelación para 16 cuerpos, tres pedestales con tres gavetas cada uno y un pedestal con dos.
Dijo que no es fácil cuantificar y seleccionar cada uno de los cuerpos, algunos de los cuales traen todavía tejido, músculo o piel, pero todos están incompletos, por lo que tratarán de integrarlos en trabajo conjunto de los médicos forenses y un antropólogo.
El fiscal Petronilo Díaz Ponce informó que el próximo lunes 22 se reunirá con los familiares de las personas desaparecidas para proyectarles todas las fotografías forenses que se han tomado a cada uno de los cuerpos, para ver si es posible tener una identificación visual a través de la ropa o de algún otro signo que existiera en alguno de ellos.
“Seguimos con las investigaciones –dijo–, vamos a seguir con la búsqueda de este tipo de fosas con el fin de localizar el mayor número posible de personas; la búsqueda es todos los días, con algunos indicios que tiene la Unidad de Investigaciones de Secuestros y de Personas Desaparecidas”.
El fiscal Díaz Ponce adelantó que al parecer tres de las víctimas localizadas en las fosas son mujeres.
Rodrigo González Pérez, director general de Investigación Ministerial, precisó que fueron 33 los cráneos encontrados, pero ya fue solicitado a la Policía Científica Federal el apoyo de un antropólogo para integrar los cuerpos con el resto de los huesos, para posteriormente aplicar los estudios de ADN a cada cuerpo, a fin de no tomar muestras de cada hueso.
Refirió que por los meses transcurridos desde la muerte de las personas resulta “casi imposible una identificación o reconocimiento ocular, aunque hay elementos de ropa o hubo un caso en que se pudo percibir hasta un tatuaje, pero lo principal va a ser el aspecto genético”.
El director del C5, Gerardo Santana, señaló que en los trabajos de rescate de los restos humanos intervino personal de criminalística, médicos forenses, químicos y fotógrafos forenses para ir marcando la ubicación y recopilando todos los huesos que se fueron encontrando en cada una de las cuatro fosas.
“Estamos esperando el apoyo por parte de la Policía Científica Federal para poder identificar plenamente sexo, edades, tipo de muerte, si fueron ejecutados ahí o anteriormente”, puntualizó.
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