La desaparición un estudiante de la Universidad de Guadalajara reaviva el trauma de la violencia en Jalisco.
Aldo González salió de la universidad, dispuesto a irse a su casa. La tarde del sábado 13 de abril envió el último mensaje a su familia. Escribió algo inocuo, cotidiano, corriente, el tipo de mensaje que manda alguien que no sabe que está a punto de desaparecer: ‘Estoy en la escuela’.
Un estudiante desaparecido, una vida en paréntesis y una familia que ha salido a las calles para exigir la aparición con vida del joven.
El pasado 18 de abril, estudiantes y compañeros del joven de Aldo, realizaron un paro en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), para exigir una respuesta de las autoridades.
Jalisco, foco rojo en desapariciones forzadas
Jalisco es el primer estado de las desapariciones forzadas en México. Sólo en esta entidad se encuentran 14 mil 704 personas sin localizar, según cifras del Sistema de Información sobre víctimas de Desaparición.
Este nuevo caso ha paralizado a Jalisco y traído a la memoria el recuerdo de un trauma colectivo. En la UdeG existen 22 estudiantes desaparecidos. La dirigente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), Zoé García ha hecho una exigencia a las autoridades: ‘Son responsables de la seguridad, que se pongan a hacer su trabajo, actúen e investiguen y encuentren, ésa es la exigencia que hacemos desde la organización’.