El caso Cienfuegos reveló cómo es que se busca combatir la narcocorrupción en México desde EEUU

Una investigación por lavado de dinero proveniente del narco dio con alguien a quien apodaban “El Padrino”; este fue el hilo del que tiró la DEA para arrestar al ex titular de la Sedena de Peña Nieto

infobae.com

La investigación que se articuló en Estados Unidos (EEUU) contra el general Salvador Cienfuegos, ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (EPN), demostró como es que se realizan las investigaciones en materia de narcotráfico en la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), misma que radica en investigaciones de presunto lavado de dinero.

De acuerdo con el corresponsal J. Jesús Esquivel, quien acaba de publicar el libro “A sus órdenes, mi general”, señala que todo inició con una investigación de lavado de dinero proveniente del narco en EEUU. Asimismo, señala que algunas llamadas interceptadas a un grupo de narcotraficantes se habló de alguien conocido como “El Padrino”, un supuesto militar de lato rango que proporcionaba protección a un grupo particular de narcotraficantes.

Esquivel es un periodista e investigador que publica para la revista Proceso y lleva más de 30 años como corresponsal en Estados Unidos. Su experiencia y conocimiento técnico de como es que operan las autoridades estadounidenses se ve manifestado en el libro, de hecho, fueron por estos talentos que la Fiscalía de EEUU lo contactó para saber si en México existe alguna investigación contra algún militar.

Sin embargo, al no encontrar una respuesta afirmativa entre sus fuentes mexicanas, no pudo prever que sería el general Cienfuegos, quien sería detenido en octubre de 2020 en California. En consecuencia, dio seguimiento al caso de la manera más puntual y haciendo gala de una excelente prosa, el tecleador mostró en este ensayo periodístico las tras bambalinas del poder en ambos lados de la frontera.

Fue por ello que Infobae México estableció contacto con J. Jesús Esquivel para abundar del poder que está detrás de la Operación Padrino y las luchas que están detrás como la guerra contra las drogas, contra la corrupción y la búsqueda de legitimar discursos políticos mientras los ciudadanos siguen muriendo (unos por sobredosis y otros por violencia).

Al respecto, el autor señaló que con la llegada de López Obrador al poder, el gobierno mexicano le dio un trato muy diferente a la DEA. Cabe recordar que con el inicio de la Cuarta Transformación (4T) se abandonó la Iniciativa Mérida (IM), para dar pie al Entendimiento Bicentenario (EB)

Como punto de contraste, Esquivel especificó que durante el juicio del Chapo Guzmán se revelaron imágenes de Víctor Vázquezagente de la DEA que portaba el uniforme de la Marina mexicana para arrestar al capo. En este sentido, resaltó que iba armado con escuadra y rifle de asalto, algo prohibido por la Constitución. En cambio, con el EB, la DEA ahora debe de rendir cuentas al gobierno de México.

Esta agencia, junto con ICE o cualquiera otra que opere en territorio mexicano debe de entregar un informe mensual a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), algo que ni siquiera se podría solicitar cuando estaba vigente la IM. Entonces, ¿cuál era uno de los objetivos de la DEA con la investigación contra el ex titular de la Sedena?

“Me parece que era demostrar que la DEA podía llegar a todos lados, por qué, no pierdas de vista un hecho muy importante, en este gobierno se le cerraron las puertas a la DEA”

Un dato revelador del libro —y que contradice a la versión oficial tanto estadounidense como mexicana— es que la Fiscalía de Estados Unidos no entregó el expediente completo del general Cienfuegos. Esto quiere decir que el caso, que primero se había presentado como endeble, puede ser reabierto, todo esto depende de la articulación que pueda formar la autoridad de EEUU.

Contrastantemente, el corresponsal de Proceso señaló que esta investigación, aunque escandalosa, resulta insuficiente para acabar el problema de fondo de consumo de drogas en EEUU, ya que los fondos que destina a la prevención de las adicciones es ínfimo en comparación al que destinan a la industria armamentística, lo cual derivó en una crisis sanitaria que deja más de 100 mil muertos al año por sobredosis.

“Estados Unidos es el país más hipócrita que puede haber en las democracias en el mundo. Tienen una supercrisis de consumo de opiáceos y drogas sintéticas como el fentanilo […] Se mueren 292 personas cada 24 horas por una sobredosis, (donde más del 90% de los que mueren son blancos)”

                                                         
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