La tradición mexicana dicta que comer un pan podría ayudarte a sentirte mejor después de haber atravesado una situación de estrés bastante alta
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Por la tarde de este 7 de diciembre hubo un sismo de magnitud 5.7 al oeste de Chiautla de Tapia, Puebla, el cual fue perceptible en entidades como la Ciudad de México e Hidalgo. El movimiento asustó a varias personas y revivió la creencia popular de que luego de un susto puede ser útil comerse un bolillo.
La creencia de que este tradicional pan puede ayudar a las personas a manejar de mejor manera su nerviosismo ha quedado como un precedente y casi un mandamiento luego de situaciones complicadas como un movimiento telúrico.
De acuerdo con las abuelitas, es el mejor remedio para calmar el miedo, estrés o ansiedad y que cobra sentido en México debido a la alta actividad sísmica que se registra año con año.
El famoso “pan pal susto” se ha convertido en un imprescindible de la cultura mexicana. Aunque se podría pensar que sólo es un mito, detrás de esta creencia hay argumentos que lo sustentan.
¿En verdad es recomendable comer bolillo después de un susto?
Este “método” tranquilizante se volvió una tradición en todo México que, aunque muchos consideran sin importancia, en realidad sí puede ser un aliado por varias razones.
Y es que, de acuerdo con datos emitidos por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en realidad el bolillo es muy efectivo pues su principal función es distraer la mente al poner a funcionar el sentido del gusto.
Pero también es un excelente auxiliar para elevar la glucosa, una demanda del organismo después de activar el sistema nervioso simpático, el cual es un condicionante fisiológico que prepara al cuerpo para reaccionar ante amenazas.
El sistema nervioso está directamente ligado al sistema digestivo, por lo que comer cualquier alimento, no sólo pan, puede ayudar a evitar un daño en el funcionamiento del cuerpo y presentar mayores complicaciones.
Otra de sus funciones es “absorber la bilis”, acidez estomacal provocada por emociones fuertes y que pueden causar dolor en el estómago. Para poder calmar las molestias, consumir cualquier alimento puede llegar a asentar los jugos gástricos.
Sin embargo, es importante considerar que no en todos los casos será útil. El artículo ¿Sí sirve el bolillo para el susto? de la Gaceta UNAM refiere que consumir alimentos luego de una situación estresante sólo acelera la llegada de la glucosa cuando hay un ayuno de 8 horas o más, si ha pasado menos tiempo desde la última comida no tendrá efecto alguno.
También es recomendable consumir máximo tres bocados, debido a que un bolillo contiene el 10% de las calorías que un adulto sano requiere al día, por lo que es importante no excederse.
¿Qué no debes comer?
El bolillo es una excelente opción luego de atravesar por un momento estresante. De acuerdo con Eduardo Calixto González, doctor en Neurociencias por la UNAM, también puede ser útil ingerir fruta, leche, yogurt y alimentos con alto contenido de fibra.
No obstante, bebidas que contengan café, alcohol y comida chatarra con grasas saturadas podrían provocarte mayor ansiedad y malestar estomacal ya que aumentan la frecuencia cardiaca.
¿Un susto puede provocar diabetes?
En México hay una creencia más alrededor de los sustos provocados por sismos u otros eventos estresantes, según la cual éstos pueden ser detonantes de diabetes. Sin embargo, varios especialistas han descartado la veracidad de este mito.
Nayeli Xochiquetzal Ortiz Olvera, profesora de la Facultad de Medicina, explicó para la Revista UNAM Global que las personas que si una persona es diagnosticada con este enfermedad después de un susto no se debe a éste, sino a que había una antecedente.
En tanto Eduardo Calixto apuntó que comer bolillo o pan dulce después de un susto tampoco es un detonante.