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Javier Duarte, el reo 27 de la prisión del Cuartel Matamoros, en la ciudad de Guatemala, se quejó de su cama de piedra, que pasa los días sin ventilación y las noches a oscuras, y que no lo dejan convivir con otros reos, ni hacer deporte.
A través de una carta que envió este martes a las autoridades penitenciarias, el exgobernador de Veracruz, hizo una serie de peticiones entre ellas, que se le deje ingresar un colchón, un ventilador y una lámpara.
Igualmente, solicitó autorización para convivir como los otros 26 reos de esta cárcel, considerada de alta seguridad por encontrarse a un costado del cuartel militar de las Guardias Presidenciales de Guatemala.
“Señor Director con el debido respeto, no solicito que se me trate en una forma especial, sólo quiero que se me trate con igualdad como lo establecen los convenios internacionales y la Constitución Política de Guatemala…”, señaló.
Aseguró que desde su ingreso a la citada prisión, el 16 de abril pasado, no se le permite hacer deporte y está aislado de las otras personas privadas de la libertad, al grado de que escasas veces ha platicado con alguien.
“Yo he preguntado por qué me encuentro en esas condiciones y me han informado que esa es la orden por parte de la dirección del Sistema Penitenciario”, dice Duarte en su misiva de una cuartilla, cuya copia obtuvo El Financiero.
Aseguró que su petición está fundamentada en el artículo 28 de la Constitución Política de la República de Guatemala por lo que insistió que:
“Se me permita 1) salir al patio junto con los demás internos y relacionarme con ellos 2) hacer deporte… ingresar un colchón para dormir, un ventilador pequeño y una lámpara porque no hay luz en el lugar donde me encuentro”, dijo.
Duarte se encuentra en prisión preventiva por orden del Tribunal Quinto de Sentencia, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, que le inició un proceso de extradición a México.
Lo anterior luego de ser detenido el 15 de abril pasado, con base en una orden de aprehensión con fines de extradición para ser juzgado en México por delincuencia organizada y lavado de dinero.
Su detención ocurrió luego de que el exmandatario y su esposa Karime Macías, con quien estaba a salto de mata, se reunieron con sus tres hijos en un hotel de Panajachen, Guatemala, país donde pasó los 183 días que estuvo en fuga.
El 16 de abril Duarte fue trasladado a la ciudad de Guatemala e ingresado a la prisión del Cuartel de Matamoros, donde es vigilado las 24 horas del día por tres de 40 guardias que hay en el centro.
Según las autoridades penitenciarias hasta Duarte no ha sido visitado en la prisión más que por sus abogados y, ahora, él mismo reconoce que la mayor parte del tiempo la pasa solo, sin ventilación y a oscuras.