Indonesia despertó con un fuerte terremoto de 6.8 a las 05:23 horas del miércoles, seguido de uno de 6.9 a las 05:29 horas; es decir, minutos después del primer movimiento tectónico. Esto ocurrió en la costa de Bengkulu, capital provincial de 300 mil habitantes.
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El sistema de Investigación Geológica de los Estados Unidos captó el movimiento en la ubicación y reportó que no existía riesgo de tsunami para los países cercanos al Océano Índico.
Además, ellos mismo afirmaron que la «probabilidad de muertes o daños es baja», luego de estos movimientos cercanos.
No obstante, la agencia meteorológica de Indonesia alertó a los habitantes a mantenerse alejados de edificios y estructuras con fisuras, por posible derrumbe.
La región reporta constantes movimientos debido a las frecuentes colisiones de las placas tectónicas y actividad volcánica en el archipiélago ubicado en el sureste de Asia, dentro del «anillo de fuego» del Pacífico.
Antecedentes recientes se remontan a 2018, cuando un sismo de 7.5 de magnitud provocó un tsunami que afectó la Isla Sulawesi de Indonesia, dejando 4 mil 300 personas muertas o desaparecidas.
Igualmente, la costa de Sumatra, en la misma nación, se vio fuertemente afectada en 2004 con un terremoto de 9.1, que también despertó un tsunami que cobró la vida de 220 mil personas en la región.
