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Desfilan miles por Palacio Nacional en busca de ayuda

jornada.com.mx

Son las seis de la mañana, la gente comienza a aglomerarse en el costado oriente de Palacio Nacional. Es el acceso a la oficina de Atención Ciudadana de la Presidencia de la República, que para muchos es la última esperanza para resolver sus problemas. Desde la puesta en funciones del nuevo gobierno, el pasado primero de diciembre, se han recibido 6 mil 641 personas que buscan esta ruta de solución a sus conflictos.

La gente en realidad lo que quiere es que la escuchen, sentir que su problema es importante, resume Leticia Ramírez, responsable de Atención Ciudadana. Sea por indolencia gubernamental, por desconocimiento o por burocracia, muchos de los peticionarios han acudido ya a muchos lugares sin encontrar solución.

“Para el presidente –menciona Ramírez– Andrés Manuel López Obrador esta es un área muy sensible e importante, porque es la forma de conocer el pulso de lo que está pasando en el país”. La instrucción, agrega, es atender todas las peticiones, pero sin generar falsas expectativas. Cuando se pueden canalizar sus problemas a las dependencias es un principio de solución. En otros casos, se les orienta jurídicamente a dónde acudir, pero en otros son problemas asociados a que la gente necesita dinero y les explicamos que el gobierno no tiene un área de préstamos, que son recursos públicos que tienen reglas para su utilización.

Ha transcurrido poco más de un mes desde que esta área funciona con la lógica del nuevo gobierno. La principal demanda social se vincula a problemas de salud, hay a quienes les urge la realización de estudios médicos, ya que por las carencias en el Instituto Mexicano del Seguro Social o el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) no han encontrado una respuesta, porque en el Seguro Popular, dicen, los han engañado. Otros problemas se asocian a los de las pensiones.

Mientras transcurre la entrevista, una mujer termina de redactar su escrito en la mesa de juntas contigua. Ella requiere de un tratamiento médico porque padece lupus, enfermedad del sistema inmunitario que ataca las celúlas. De puño y letra termina su escrito, que entrega a Ramírez, quien le informa que le notificarán rápido la respuesta.

Hay casos que requieren de una alternativa más apremiante. A Palacio Nacional llegaron dos mujeres cuya hermana había sido asesinada recientemente en Ecatepec. Tenían miedo, dice Ramírez, y aunque en rigor no correspondía directamente al gobierno federal, se les canalizó al área de atención a víctimas de la Procuraduría General de la República (PGR) para una asesoría especializada, para hacerlas sentir que no estaban solas.

Es sólo un caso, pero da cuenta de un problema importante de violencia contra las mujeres en esa zona, apunta Ramírez, quien refiere que la canalización a otras áreas del gobierno federal tiene que ver con la prioridad de que la gente no se vaya sin atención.

Otras peticiones, como pueden ser subsanar las precarias condiciones de vida de los presos en cárceles estatales, se turnan a la Secretaría de Gobernación para que se establezcan contactos con los gobiernos estatales. Hay expedientes sobre desaparecidos, que son asuntos muy duros, aunque sobre esto llegaron muchos más a la casa de transición, acota.

La estadística oficial del nuevo gobierno da cuenta de que las mujeres encabezan el número de gestiones: 3 mil 902 solicitudes han sido promovidas por ellas y 2 mil 532 por hombres.

Más allá de las cifras, la funcionaria describe que la afluencia ha generado que en realidad haya sido un inicio muy intenso, ya que tan sólo la semana pasada llegaron 700 personas en un día. Esa vez cerramos más tarde, el horario de atención es de seis de la mañana a tres de la tarde, y después el tiempo laboral se destina a sistematizar las peticiones.

Hay de todo, refiere Ramírez al mostrar un escrito dirigido por parientes del general Emiliano Zapata, quienes solicitan al Presidente que se sirva realizar las gestiones para que 2019 sea declarado oficialmente el año del Caudillo del Sur, para conmemorar los 100 de su asesinato en Chinameca, Morelos.

En una de las oficinas de Atención Ciudadana se archivan los escritos y demandas que han sido entregados durante las giras de López Obrador por diversas entidades. Forman parte de la sistematización para darle respuesta tanto a esos casos como a los de quienes acuden directamente a Palacio Nacional.

Aquí hay de todo: desde un pequeño papel con felicitaciones o bendiciones, un legajo de hojas que contiene la documentación sobre una petición y hasta los regalos que la gente entrega al Presidente.

En la fila de peticionarios hay de todo: Jorge Galant Laguna es un connacional al que recientemente echaron de Estados Unidos. Se dedicaba a cocinar carnitas en un barrio de mexicanos en Los Ángeles cuando lo detuvieron con fines de deportación. Su petición es acogerse, dice, al programa Bienvenido Paisano, para que le presten dinero y poder instalar un puesto de carnitas en territorio nacional.

Quiero un crédito de vivienda, responde Luciana Rodríguez, indígena que viene desde Copala, Guerrero.

Carmen Marina Lozano está desempleada, ya que tras cinco años de padecer una enfermedad quiere reintegrarse al mercado laboral y, si se puede, que le agilicen un crédito de vivienda.

Hay otros cuyos problemas no son de índole personal. José Isabel Araujo es un ejidatario de 84 años que pretende la intervención presidencial para dirimir un conflicto de dos grupos que se asumen como comisariados ejidales en Yautepec, Morelos.

Y así, diariamente. Las demandas son variadas, y diversas las expectativas que tienen de que en el nuevo gobierno el actual Presidente de la República todo lo puede.

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