ElFinanciero.com,mx/ Juan Luis Lagunas Rosales, mejor conocido como El Pirata de Cualiacán, estudió hasta primero de secundaria. Nunca conoció a su padre, y su madre lo dejó con su abuela cuando todavía era niño. Se salió de casa cuando tenía 15 años años y comenzó a lavar carros para sobrevivir.
La madrugada de este martes presuntamente habría muerto en un bar de Jalisco luego de ser baleado. Y lo que dejó fue una estela de incongruencias en las redes sociales, las cuales quizá pronto queden en el olvido.
Desde primeras horas de este martes, diversos reportes señalaban que El Pirata de Culiacán había sido asesinado en el bar ‘Menta2 Cantaros’, ubicado en los límites de Tlaquepaque y Zapopan. Quince tiros en la cabeza, pecho y brazos acabaron con la vida de alguien que seguramente no pasaba los 25 años de edad.
¿Y qué hacía tan relevante a ese personaje? ¿Era un cantante? ¿Un DJ? ¿Actor? No, nada de eso. Simplemente era una persona que, desde junio de 2016, comenzó a publicar en Instagram su ritmo de vida, que estaba continuamente protagonizado por fiestas, bebidas alcohólicas, música de banda, mensajes machistas y diversas apariciones con armas de fuego.
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