Los también conocidos como “Los Chapitos” son ahora la facción más poderosa dentro del Cártel de Sinaloa, logrando superar el poder del Mayo
infobae.com
Sus últimos días en libertad “El Chapo” los pasó sin poder librarse del vértigo y la adrenalina. La Marina le venía pisando incansablemente los talones. Primero en Tamazula, Durango, y luego en la sierra de Cosalá, en Ahome y finalmente en Los Mochis, donde fue arrestado junto a su jefe de seguridad, Iván Gastélum “El Cholo”.
En los días anteriores, cuando la noticia del escape del Chapo por un túnel de la cárcel del Altiplano se esparció mundialmente, el festejo del Cártel de Sinaloa fue estruendoso. Sin embargo, a la tercera semana se acabó la fiesta por órdenes de los “de arriba”. La cúpula del cártel corrió la voz entre sus miembros, familiares y allegados de que había que mantenerse con un bajo perfil y en absoluto sincretismo.
“En realidad se trató de unas cuantas palabras, mensajes cortos, pero precisos. Se van pasando de boca en boca. Sin discusión. Nadie sabe quién los envía o desde qué nivel podría llegar la orden, pero se va acatando. Nadie habla”, expresó un abogado allegado a las familias ligadas al Cártel de Sinaloa al periodista Javier Váldez, ejecutado en 2017 en Culiacán.
“No se puede hablar, ahorita es peligrosísimo. Es la línea que se ha girado entre toda la gente que anda metida en esto. De hecho ha habido reuniones de carácter social, familiar, de gente metida en el negocio y nadie pregunta ni comenta nada. Es parte de eso, de estarse cuidando”, agregó el abogado.
En medio de tal escenario, el Chapo empezó a trabajar en el futuro. Versiones extraoficiales indicaron que en aquella época Guzmán Loera mantuvo su hegemonía, junto a su compadre Ismael “El Mayo” Zambada, dentro del Cártel de Sinaloa y que su liderazgo no fue trastocado, más que solo en una cosa.
Todo lo referente a la venta de droga al menudeo en la capital sinaloense, Culiacán, fue depositada en manos de Iván Archivaldo Guzmán, aunque la seguridad en la región centro siguiera en manos de “El Mayo” Zambada.
De acuerdo con una serie de documentos judiciales que forman parte de la acusación que el Departamento de Justicia presentó recientemente contra “Los Chapitos”, los hijos del Chapo son ahora la facción más poderosa dentro del Cártel de Sinaloa, logrando superar el poder del Mayo, quien había ostentado esa posición en las últimas décadas.
El tiempo de los Chapitos comenzó a gestarse a raíz de una reunión. Sucedió mientras “El Chapo” seguía recluido en el Penal del Altiplano, antes de que protagonizara la más espectacular de sus fugas. En un rancho de Sinaloa se llevó a cabo la reunión que congregó a varios líderes de la organización criminal. “Los miembros más importantes del cártel se reunieron en el rancho de Iván Archivaldo Guzmán para discutir el futuro del cártel”, señaló el expediente de EEUU citado por la periodista.
“Durante la reunión los Chapitos y los líderes de las principales facciones del cártel discutieron el futuro de la organización y se asignó el control sobre las diversas regiones de México a los presentes”, amplió el documento.
Las diferencias entre el Mayo y los Chapitos, según el documento, comenzaron a raíz del Culiacanazo, también conocido como Jueves Negro, cuando los hijos del Chapo convocaron a toda su fuerza armada para rodear la ciudad, pero al llamado no acudió la facción de Zambada.
“Las alianzas entre las facciones dentro del cártel se fracturaron y se produjeron luchas internas”, detalló el expediente. De esas fracturas emergieron “Los Chapitos” y su ejército de sicarios como la más grande y poderosa facción del Cártel de Sinaloa, afianzando su poder a través de la violencia extrema y la corrupción con pagos de sobornos a autoridades de México.