¿Cuál es la verdad detrás del culto a la Virgen de Guadalupe? Éste es su origen prehispánico

El próximo 12 de diciembre, se celebra un año más a la Virgen de Guadalupe

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El próximo 12 de diciembre se espera que lleguen millones de peregrinos a la Basílica de la Virgen de Guadalupe, como cada año. Y es que ese día se conmemora el aniversario de la aparición de la “virgen morena”, como también se le conoce, a un indígena llamado Juan Diego.

La creencia en la Virgen de Guadalupe es una de las más arraigadas en los mexicanos, pues de cierta forma, le da identidad al país y a la religión católica mexicana. Sin embargo, pocas personas saben que detrás de la creencia a la virgen, hay un pasado prehispánico.

Y es que, según un texto compartido por el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el culto a la virgen tiene su origen en un santuario prehispánico que se encontraba en el Cerro del Tepeyac, al norte de la Ciudad de México. Dicho santuario estaba dedicado a la diosa Tonantzin.

En 1525, dicho santuario fue convertido por los frailes evangelizadores en una ermita católica dedicada a la Virgen María. Para darle culto a ella, los frailes colocaron una pintura de la Virgen como Inmaculada Concepción, realizada por un indígena de nombre Marcos, y a la que pronto se le atribuyeron poderes milagrosos.

Representación de Tonantzin (Foto: Wikipedia)Representación de Tonantzin (Foto: Wikipedia)

Durante las primeras décadas la ermita fue visitada principalmente por indígenas, sin embargo, a mediados del siglo XVII, el culto a la virgen del Tepeyac se extendió a todos los grupos sociales.

Durante la segunda mitad del siglo XVI, surgió entre los indígenas educados a la usanza española una leyenda que daba cuenta del origen de la ermita y de la milagrosa imagen.

La leyenda conjuga las dos tradiciones que confluyen en la cultura mexicana: la española y la indígena. Así, a la vez que se inscribe en el marianismo hispánico, fincado en el poder de las imágenes, y sigue un desarrollo narrativo parecido a las leyendas marianas españolas, contiene numerosos elementos de raigambre indígena que lo sitúan dentro de la tradición de los pueblos prehispánicos.

Se pienza que Tonantzin puede referirse a un título para las distintas diosas madres del panteón mexica, o una deidad que unificaba distintos cultos regionales y temporales. Asimismo, también era utilizado de forma cotidiana para referirse a las madres y abuelas.

Para cronistas como Bernardino de Sahagún, Tonantzin se identifica principalmente con las diosas Centetótl y Cihuacoatl, pero el título puede referirse al principio metafísico que está amalgamado en la dualidad Ometéotl, cuyo aspecto femenino era llamado Omecíhiuatl.

                                                         
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