El uso indiscriminado de medicamentos de venta libre es una práctica extendida en distintos países
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El uso indiscriminado de medicamentos de venta libre es una práctica extendida en distintos países. Entre todos, la utilización excesiva de laxantes constituye una de las principales amenazas para la salud del colon y los intestinos.
Según advierten desde la Mayo Clinic, estos fármacos, habitualmente adquiridos sin receta, prometen soluciones rápidas frente al estreñimiento. Sin embargo, pueden generar consecuencias negativas duraderas sobre el aparato digestivo si no se utilizan bajo supervisión médica.
Las consecuencias del abuso de medicamentos sin receta no se limitan a síntomas transitorios. El tracto intestinal, formado por el intestino delgado, el intestino grueso y el colon, cumple funciones esenciales para la absorción de nutrientes y la eliminación de desechos. Alteraciones en ese delicado equilibrio, provocadas por la automedicación con compuestos como los laxantes, pueden derivar en daños crónicos. De acuerdo con la Mayo Clinic, el mal uso y sobreuso de ciertos medicamentos crea un escenario donde aparecen no solo molestias pasajeras, sino también desequilibrios graves, infecciones y debilitamiento progresivo de la función intestinal.
La automedicación con laxantes responde muchas veces a una percepción errónea de lo que constituye un tránsito intestinal saludable. El estreñimiento, definido por la presencia de heces duras, secas o difíciles de evacuar, es motivo frecuente de consulta en farmacias y supermercados. Ante estas molestias, muchas personas recurren a laxantes de venta libre, confiando en su aparente seguridad. La frecuencia de las evacuaciones varía y que no siempre es necesaria la intervención farmacológica si no existen cuadros graves o persistentes.
Laxantes de venta libre, una solución extendida y peligrosa por el exceso para el colon y los intestinos
Dentro del universo de medicamentos de venta libre, los laxantes para el estreñimiento ocupan un lugar muy destacado por su consumo generalizado. Su venta se promueve como una solución accesible y efectiva: no requieren prescripción médica y se encuentran en presentaciones que incluyen comprimidos, polvos solubles y jarabes.
Entre los productos más populares figuran aquellos que contienen fibra (como Metamucil y Citrucel), así como estimulantes y agentes que ablandan las heces. Algunos actúan acelerando el tránsito intestinal, mientras que otros modifican la textura de las heces o incrementan el contenido líquido en el colon.
Según la Mayo Clinic, recurrir a los laxantes de venta libre suele considerarse una práctica inofensiva para resolver situaciones puntuales de estreñimiento. Sin embargo, los riesgos aumentan cuando su uso se extiende por semanas o meses, o cuando la dosis excede las indicaciones del prospecto.
El uso crónico puede generar un círculo vicioso de dependencia en el cual el colon pierde progresivamente su capacidad de funcionar sin ayuda externa. Entre las complicaciones más graves se encuentra la debilidad muscular intestinal, la deshidratación, alteraciones en los niveles de electrolitos y, en cuadros extremos, daño estructural permanente al intestino grueso.
La dependencia e uso indiscriminado de laxantes para tratar el estreñimiento te pone en riesgo, según los expertos
Además, la dependencia de laxantes puede llevar a que se presenten síntomas graves, incluyendo dolores abdominales intensos, alteraciones súbitas en la frecuencia evacuatoria, sangrado rectal y fatiga severa. La Mayo Clinic recomienda buscar atención médica urgente si estos signos se presentan, ya que pueden indicar problemas mayores, como infecciones o lesiones del colon y el intestino. La institución también advierte sobre el riesgo de precisar intervención médica si el estreñimiento no cede tras una semana de automedicación.
El consumo masivo de estos productos persiste en todo el mundo. Una de las explicaciones radica en la baja percepción de gravedad de los daños al colon y los intestinos. Pese a su papel fundamental en la digestión y eliminación de desechos, estos órganos suelen considerarse menos “esenciales” en comparación con el corazón, el hígado o el cerebro. No obstante, las complicaciones asociadas al uso constante de laxantes de venta libre o bajo prescripción pueden aumentar la probabilidad de enfermedades intestinales de difícil manejo en la adolescencia o la adultez.
Alternativas naturales y el rol de las recomendaciones médicas para tratar el estreñimiento sin necesidad de medicamentos
Como alternativa para quienes enfrentan situaciones ocasionales de estreñimiento, adoptar hábitos saludables antes de recurrir a fármacos. El aumento en el consumo de fibra a través de alimentos como frutas, verduras y cereales integrales, la ingesta regular de agua y la práctica de ejercicio físico pueden incrementar la regularidad intestinal. La institución destaca que un adulto debería consumir entre 25 y 31 gramos de fibra al día y beber entre 8 y 10 vasos de líquidos sin cafeína. Estas medidas no solo reducen la necesidad de laxantes, sino que también ayudan a prevenir otros trastornos digestivos.
El papel del equipo de salud resulta central para evaluar los verdaderos motivos del estreñimiento y la conveniencia o no del uso de fármacos. Ante la tendencia de automedicarse, especialistas de la Mayo Clinic insisten en que solo bajo indicación profesional deben utilizarse laxantes, especialmente en adultos mayores o en pacientes con enfermedades crónicas. Así, se reduce el riesgo de complicaciones graves y se protege la integridad de los intestinos y el colon.