El caso de Paul Alexander y Carlos es el último que arroja a la luz este tipo de prácticas: jóvenes reclutados por el narco a través de redes sociales.
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“Buscamos jente para las cuatro letras”; “Durante el adiestramiento se les paga”; “El CJNG les invita a trabajar”; de esta forma el narco atrae a jóvenes a sus filas. A veces con sutileza, mediante engaños, o de forma directa.
El de Paul Alexander y Carlos es el último caso que arroja a la luz este fenómeno del que hasta hace poco no se sabía demasiado.
De acuerdo con el Fiscal de Jalisco, Salvador González de los Santos, los jóvenes, quienes fueron asesinados en un enfrentamiento en Culiacán, Sinaloa, fueron reclutados por el grupo criminal Deltas, del Cártel Jalisco Nueva Generación, a través de redes sociales.
Recalcó que muchos jóvenes se unen de forma voluntaria, mientras que otros son atraídos por amigos o familiares. Lamentablemente, algunos caen en este círculo por presión externa.
Jóvenes son reclutados en Jalisco y llevados al norte del país
El fiscal indicó que los jóvenes reclutados siguen una ruta específica, que comienza en Jalisco, pasa por Zacatecas, y luego a Nayarit, antes de ser trasladados a Sinaloa.
Esta ruta también ha sido detectada en otras entidades como Michoacán y Guerrero, donde los jóvenes son llevados para recibir entrenamiento y luego ser incorporados a diversos grupos delictivos.

Reportan desaparición de Paul Alexander y Carlos en mayo
En cuanto a las víctimas, Paul Ávila Aguirre, quien desapareció el 10 de mayo en Huerta Vieja, Ixtlahuacán de los Membrillos, y Carlos Alejandro Estrada Alba, visto por última vez el 20 de mayo en la Colonia Constitución, Zapopan, fueron identificados por sus familiares tras su muerte, ocurrida entre el 13 y 14 de julio, durante los enfrentamientos en Culiacán.
Además, se menciona que con ellos viajaba otra persona, posiblemente también originaria de Jalisco, cuya desaparición aún está siendo investigada.

El Fiscal reconoció que, aunque no se tiene un número exacto, los casos de desapariciones ligadas al crimen organizado podrían ser más comunes en otros estados. Sin embargo, no ofreció detalles adicionales sobre la cantidad de víctimas ni sus ubicaciones exactas.