Según un relevamiento realizado por Public Health England, se detectaron 67 casos y 30 brotes de coronavirus en todos los colegios que abrieron en Inglaterra en el mes de junio, y los adultos parecen ser más contagiosos que los niños
infobae.com
El rol de los menores en el contagio del coronavirus Sars-CoV-2 es objeto de estudio desde hace varios meses, en especial ahora, que en varios países del mundo se busca reactivar pronto la presencia física en las aulas. Diferentes teorías indicaban que no eran grandes transmisores del coronavirus, algo que choca con un estudio de la Universidad de Harvard dado a conocer la semana pasada en la Harvard Gazette, que resaltaba que los niños portadores asintomáticos que asisten a las instituciones escolares pueden propagar la infección y llevar el virus a sus hogares.
Sin embargo, en un estudio de la agencia gubernamental británica Public Health England se sostiene que los niños no serían un vector de transmisión comunitaria tan relevante como los adultos en el contexto educativo.
Según este informe, el número de entornos educativos abiertos en Inglaterra aumentó de 20.500 a 23.400 entre el 1 y el 30 de junio, y el número de niños que asistieron a cualquier entorno educativo aumentó de 475.000 a 1.646.000. Durante este período, se detectaron 67 casos únicos y 30 brotes (definidos como 2 o más casos vinculados) entre estudiantes y personal en escuelas de Inglaterra. Es decir, sólo el 0,01% de los entornos educativos abiertos tuvo un brote, ya que, de más de 1 millón de niños que asistían a la educación preescolar y primaria en junio, solo 70 se vieron afectados.
Teniendo en cuenta estos resultados, los investigadores creen que las infecciones en la comunidad en general probablemente generen casos en las escuelas, y que los niños tienen más probabilidades de contraer la infección por SARS-CoV-2 fuera del colegio.
Durante el mismo período, se registraron 25.470 casos en Inglaterra. PHE descubrió que era más probable que hubiera brotes en las escuelas de aquellas áreas que también tenían una alta incidencia de COVID-19, lo que sugiere que la transmisión en la comunidad estaba impulsando la propagación en los colegios.
Por otra parte, 128 miembros del personal en estas escuelas se vieron afectados. Los miembros del personal tenían más probabilidades de verse afectados por el virus que los estudiantes, aunque no más que la población general. Cuando los niños contrajeron la infección, era más probable que contrajeran COVID-19 en casa, generalmente de uno de los padres, según el estudio. La mitad de los brotes no involucró a ningún estudiante y la transmisión entre alumnos fue muy poco frecuente.
La fuente probable en 20 de los 30 brotes fue la transmisión de personal a personal o de personal a estudiante, según los investigadores. La transmisión de estudiante a personal fue la fuente probable en 6 casos y de estudiante a estudiante en 2. La fuente de transmisión no pudo establecerse en 2 brotes.
Según el doctor Shamez Ladhani, de PHE, “las infecciones y los brotes de SARS-CoV2 fueron poco comunes en los entornos educativos durante el primer mes después de la flexibilización del aislamiento nacional en Inglaterra. La fuerte correlación con la incidencia regional de SARS-CoV-2 enfatiza la importancia de controlar la transmisión comunitaria para proteger los entornos educativos. Las intervenciones adicionales deben centrarse en reducir la transmisión dentro y entre los miembros del personal”.
Los resultados de este estudio son consistentes con otras investigaciones sobre el grado en que los niños se ven afectados por COVID-19. La investigación, Infección y transmisión del SARS-CoV-2 en entornos educativos: análisis transversal de conglomerados y brotes en Inglaterra, se ha enviado a The Lancet para su revisión.
El primer ministro británico, Boris Johnson, está instando a que todos los niños vuelvan a las clases en septiembre: “He hablado anteriormente sobre el deber moral de reabrir las escuelas para todos los alumnos de manera segura, y me gustaría agradecer al personal de la escuela que ha pasado los meses de verano haciendo que las aulas sean seguras para Covid en preparación para un regreso completo en septiembre”
“Siempre nos han guiado nuestros expertos científicos y médicos, y ahora sabemos mucho más sobre el coronavirus que a principios de este año”, prosiguió. “Como ha dicho el director médico (Chris Whitty), el riesgo de contraer COVID-19 en la escuela es muy pequeño y es mucho más dañino para el desarrollo de un niño y su salud y bienestar estar lejos de la escuela por más tiempo”.