El fundador de Microsoft adelantó que la inestabilidad sanitaria y financiera durará hasta el 2022
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Bill Gates vaticinó que probablemente será a finales del próximo año cuando EEUU salga de esta pandemia. En una entrevista con Bloomberg, además, adelantó que fuera de territorio norteamericano, podría incluso llevar más tiempo, estirando la inestabilidad sanitaria y financiera hasta el 2022. También, aún con los enormes progresos en la carrera por una vacuna para tratar el Covid-19, Gates explicó que esos primeros desarrollos probablemente serán “un parche”, proporcionando sólo inmunidad a corto plazo.
El panorama, quizás no tan alentador como se desearía, es así a pesar de un esfuerzo extraordinario por acelerar lo que de otro modo llevaría años o incluso décadas para desarrollarse.
Según sus estimaciones, “para el mundo rico, deberíamos ser capaces de acabar con esto (el COVID-19) para finales de 2021, y para el mundo en general para finales de 2022”. Y agregó: “La respuesta más fuerte probablemente vendrá de la subunidad de la proteína. Con tantas compañías trabajando en ello, podemos permitirnos bastantes fracasos y aún así tener algo de bajo costo y larga duración”.
Por mucho que a la gente le gustaría volver al trabajo, o a la escuela, o a la iglesia, o donde sea, “el verdadero fin vendrá de la propagación natural de las infecciones y de la vacuna que produzca la inmunidad de rebaño”, dijo el fundador de Microsoft.
Días atrás, en entrevista con Wire, Gates explicó que una de las razones por las que en EEUU aún se está lejos de una nueva normalidad es la manera en que se testea. “La mayoría de las pruebas de coronavirus en EEUU son un desperdicio, completamente basura”. Para él, en la mayoría de los casos los resultados no llegan a tiempo para que los infectados cambien su comportamiento para evitar infectar a otras personas.
Según su análisis, que el Estado reembolse todos los test por igual, aún cuando la demora es perjudicial para las medidas de prevención, alienta a que se efectúen más pruebas de las que se pueden procesar y por lo tanto, no sirvan. “Si no te importa que demoren los resultados, por supuesto que van a testear a todos los clientes. Porque están haciendo un dinero ridículo. Tienes que hacer que el sistema de reembolso pague un poco más por resultados dentro de las 24 horas, tarifa normal por 48 horas, y no pague nada si tarda más de 48 horas”, se quejó. “Somos el único país del mundo en el que se tira dinero a la basura en test de coronavirus”, insistió ofuscado.
Es difícil imaginar la reapertura efectiva de negocios, escuelas y otras actividades si no se puede averiguar rápidamente si alguien tiene o no Covid-19, y si podría exponer a otros. Aparte de una vacuna o la inmunidad de la manada, una prueba efectiva que pueda dar resultados en un día es, en última instancia, lo que permitiría reabrir con seguridad. Así, cuando alguien se expone o desarrolla síntomas, podría aislarse durante un corto período de tiempo, averiguar si es positivo de Covid-19, y luego ponerse en cuarentena si es necesario.
En este momento, puede llevar días, o incluso semanas, antes de conocerse los resultados, dejando que las personas decidan por sí solas si deben seguir aislándose aunque no se sientan enfermos o tengan algún síntoma.
“Esto significa que los negocios deben estar preparados para la realidad de que la vida no va a volver pronto a la normalidad. Bueno, creo que está bastante claro que la vida nunca va a volver a lo que todos pensábamos que era normal. Si aún no lo has hecho, es hora de empezar a averiguar cómo es la normalidad para que tu negocio siga adelante”, aseguró en su columna en INC, Jason Aten, después de escuchar atentamente a Gates.
De todas formas, y a pesar de los errores y la grave crisis económica, el fundador de Microsoft sigue siendo optimista. “Hay que admitir que se han perdido billones de dólares en daños económicos y muchas deudas, pero el proceso de innovación en la ampliación de diagnósticos, en nuevas terapias y en vacunas, es realmente impresionante”.
Por cierto, apunta Aten, esa innovación no se detiene con los científicos que investigan formas de proteger al público de una pandemia viral, se extiende a las empresas que piensan en formas creativas de seguir sirviendo a sus clientes y comunidades.