En conferencia de prensa, los mandatarios informaron sobre los avances de su reunión.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, se reunieron más de dos horas y media después de que comenzara la cumbre para negociar una tregua en Ucrania en Anchorage, en Alaska.
La reunión concluyó con una breve rueda de prensa en la que no anunciaron ningún acuerdo sobre la paz en Ucrania.
Trump estuvo acompañado por el secretario de Estado, Marco Rubio, y el enviado especial para Oriente Medio y mediador con el Kremlin, Steve Witkoff. Putin, por su parte, se encuentra junto al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y Yuri Ushakov, asesor de política internacional del Kremlin.
¿Qué acordaron Trump y Putin sobre Ucrania?
En conferencia de prensa, los mandatarios informaron sobre los avances sobre su cumbre sobre Ucrania.
El mandatario estadounidense calificó el encuentro como “extremadamente productivo” y afirmó que “muchos puntos se acordaron”, aunque reconoció que aún quedan “algunos” temas pendientes.
Durante su intervención, Trump agregó que al salir de la conferencia llamaría al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y que también informaría sobre lo sucedido a los líderes de la OTAN.
Aunque la cumbre no concluyó con un acuerdo formal, Trump advirtió que Estados Unidos impondrá sanciones “económicamente severas” si no se logra un avance sustancial en futuras negociaciones.
Es la primera visita de Putin a suelo estadounidense desde 2015, cuando se reunió con el entonces presidente, Barack Obama, y la primera de Putin con un líder de Estados Unidos desde que se inició el conflicto entre Kiev y Moscú.

Reunión comenzó con una plática informal en limusina de Trump
La cumbre de Donald Trump y Vladimir Putin en Alaska comenzó con una apertura muy orquestada: cada líder descendió de su respectivo avión, un apretón de manos visiblemente cálido en la pista. Palmaditas en el brazo. Un sobrevuelo militar.
Luego las cosas se desviaron del guion.
Putin se deslizó en la parte trasera de “La Bestia” junto a Trump, donde mantuvieron su primera conversación importante en persona en seis años solo dentro de la limusina blindada del presidente estadounidense, fuera del alcance del oído de sus asistentes, funcionarios y los medios de comunicación mundiales reunidos.

El corto trayecto desde la pista hasta la sala de reuniones en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, una instalación militar estadounidense, duró menos de 10 minutos.
Sin embargo, brindó a ambos líderes la oportunidad de mantener una conversación muy privada en una reunión que el mundo entero observa y estudia con atención.
No quedó claro si su viaje juntos fue planeado o una improvisación de último momento.
En la práctica, las conversaciones ya habían comenzado. Solo Trump y Putin podrían saber lo que se dijo.