Agregó que es la mejor inversión para hacer crecer, mediante el desarrollo, una economía, por lo que es una visión equivocada de que el dinero del erario se regala.
“Piensan equivocadamente los del régimen anterior y neoliberal, que al darle el dinero a los beneficiarios, no genera actividad productiva. Todos los programas se entregan con dos condiciones. Reunir los requisitos y cumplir con un derecho, pero cuando son becas, apoyos para microcréditos o para la producción, el beneficiario retribuye algo a cambio.
Por ejemplo, el campesino tiene que sembrar, si un estudiante recibe una beca, tiene que estudiar; es una contraprestación y así se beneficia todo el estado de bienestar, es decir, ese dinero que llega a la gente, unos por derecho y otros como apoyo es para mejorar su calidad de vida y al mismo tiempo consumen… y se hace un círculo virtuoso por la vía del desarrollo”, sostuvo.
“Son transferencias que le ayudan directamente a todas esas personas para cubrir sus necesidades elementales y mejorar su calidad de vida. Qué hacen con el dinero esas personas: consumen, compran cosas, necesidades elementales y al consumir qué les sucede a los negocios; venden más los comercios y las industrias tienen que producir más y así se incrementa el consumo, la demanda agregada y por lo tanto la producción”, reiteró.
Gabriel García consideró que el mayor blindaje del Padrón Único de Beneficiarios es la propia gente, pues a diferencia de otros padrones los actuales beneficiarios son los mismos vigilantes de un posible mal uso, pues ahora están más consientes e informados, consideró.
En ese sentido, aseguró que no es el propio gobierno el que ponga medidas coercitivas, pues quien va a combatir una posible moche es el propio beneficiario, pues al saber que el apoyo llega directamente y que no le tiene que agradecer nada a ningún intermediario, vigila y cuida el procedimiento para que los recursos lleguen.
“Eso significa que no se dejan, se organizan para denunciar a los malandrines que quieran manipularlos. Y esto puede ser de dos tipos: organizaciones que antes se dedicaban a eso; pueden ser funcionarios públicos o intermediarios en general. Por eso, en realidad, el verdadero blindaje es la concientización de la gente”, expuso García Hernández.