La circulación constante de unidades con escapes humeantes preocupa a vecinos y ambientalistas, mientras autoridades municipales no aplican sanciones efectivas.
En Puerto Vallarta, la presencia diaria de camiones de volteo con escapes visibles y densos ha generado creciente molestia entre residentes de diversas colonias.
Los vehículos, utilizados principalmente para obras de construcción y traslado de materiales, circulan a todas horas dejando tras de sí nubes de humo oscuro que afectan la calidad del aire.
Vecinos reportan irritación en ojos y garganta, además de olores persistentes que se mantienen incluso después de que las unidades han pasado.
Organizaciones ambientalistas locales señalan que este tipo de emisiones provienen, en muchos casos, de motores sin mantenimiento y combustibles de baja calidad.
De acuerdo con activistas, la falta de verificación adecuada y la operación de flotillas con años de antigüedad incrementan el riesgo de contaminación.
También advierten que estas partículas finas pueden impactar la salud de personas con enfermedades respiratorias o en etapas vulnerables como la niñez y la vejez.
A pesar de las constantes denuncias en redes sociales y ante dependencias municipales, habitantes aseguran que no se observa una actuación firme por parte de las autoridades para frenar el problema.
Las unidades siguen circulando por avenidas principales y zonas residenciales sin recibir sanciones visibles.
Mientras tanto, la comunidad exige operativos de inspección más estrictos y medidas urgentes que garanticen un ambiente más limpio y seguro para todos.

