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En México se redujo en una década el número de asalariados afiliados a algún sistema de pensiones y con ello se acrecentó la brecha respecto del promedio reportado en Latinoamérica, revela la investigación Protección social en América Latina: la desigualdad en el banquillo, realizada por Ana Sojo como parte de un programa sobre desarrollo sostenible e inclusivo ejecutado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Agencia Alemana de Cooperación Internacional.
Las estadísticas del estudio, publicado y difundido este mes por la Cepal, revelan que el número de asalariados de 15 años o más inscritos en algún sistema de pensiones en la región subió de 46.3 por ciento en 2002 a 55.7 entre 2012 y 2013, últimos años de los que se obtuvieron cifras comparativas en los países analizados.
En cambio, en México la cifra de asalariados con sistema de pensiones bajó de 41 por ciento a 39.8 en el mismo lapso, lo cual implica que la brecha respecto del promedio regional se triplicó, pues de 5.1 puntos porcentuales que se tenían de diferencia a principios del siglo subió a 15.9 en esta década, según dichas estadísticas.
En cuanto al monto mensual de los pensionados de 65 años y más se indica que en México llegó a 331 dólares en la última fecha analizada, cantidad mayor al promedio de 289 de América Latina, pero por debajo de los 473 dólares que tenían Argentina, 403 de Panamá, 360 de Brasil o 386 de Colombia.
De 18 naciones analizadas, México fue uno de las tres que presentaron descenso de asalariados afiliados a algún sistema de pensiones. Fue superado por Venezuela, cuya baja fue de 61 a 55.9 por ciento, y quedó arriba de El Salvador, que sólo perdió una décima, al pasar de 48.6 a 48.5 por ciento.
Entre los 15 países que incrementaron la proporción de trabajadores asalariados que gozan de dicha prestación, destacan los que presentaron incrementos de entre 10 y 25 puntos porcentuales. Fueron los casos de Colombia, que pasó de 40.8 a 60.1 por ciento; Perú, de 27.1 a 52.8 por ciento, y República Dominicana, donde esa población subió de 42.5 a 63 por ciento.
Chile se mantiene a la cabeza en cuanto a asalariados afiliados a un sistema de pensiones, ya que en 2013 alcanzó 83.5 por ciento del total, seguido por Brasil (77.4 por ciento) y Costa Rica (76.9), casi el doble que en México. De Uruguay y Argentina se reporta que el porcentaje llega a 86.4 y 68.5 por ciento, respectivamente, pero sólo en zonas urbanas.
Ana Sojo también disecciona las estadísticas de la Cepal para presentar cifras de 15 naciones sobre trabajadores no asalariados, que bien pueden laborar por su cuenta o ser informales. En México subieron de 0.2 a 1.7 por ciento entre 2002 y 2012 respecto del total del grupo, mientras en la región el incremento fue de 10.2 a 14.7 por ciento.
La investigación indica que la afiliación a los sistemas de pensiones es menor entre mujeres y jóvenes, así como entre la población más pobre. Nuevamente las cifras muestran las diferencias entre México y el promedio regional. En la quinta parte de la población más pobre (quintil uno) sólo 9.9 por ciento de asalariados mexicanos cuenta con un sistema de pensiones, lo que contrasta con 24.5 por ciento registrado en América Latina o 70 puntos porcentuales de Chile.
En el segundo quintil, la cantidad se eleva a 23.9 por ciento en México contra 38.4 por ciento en la región. Para el tercer quintil es de 34.3 por ciento de los asalariados, contra 49.1 del promedio regional; en el cuarto quintil es de 44.5 contra 60 por ciento, y en el último quintil, correspondiente a los asalariados con los ingresos más altos, 62.9 por ciento cuenta con sistema de pensiones, pero en América Latina son 73.6 por ciento del total.
Otras cifras detallan cuántos asalariados, según su tipo de trabajo, cuentan con la prestación de pensiones. Los burócratas representan el mayor número tanto en México, que es de 73.2 por ciento, como a escala regional, con 86.3 por ciento.