Icono del sitio NoticiasPV

Biólogo invita a la participación ciudadana para cuidar los Arcos de Mismaloya

Así lo señaló Carlos Bonilla, durante el segundo aniversario celebrado hoy en Puerto Vallarta.

Acciones.

El biólogo Carlos Bonilla habló de la urgente necesidad de que haya en Puerto Vallarta una mayor participación ciudadana, enfocada en el cuidado y preservación de Los Arcos de Mismaloya.

Lo anterior dijo en el marco de la ceremonia por el segundo aniversario del día de Los Arcos de Mismaloya, iniciativa impulsada por la regidora de MORENA, María Elena Curiel Preciado, la cual se realizó en el patio central de la presidencia municipal de Puerto Vallarta.

Dijo en su discurso, buenos días autoridades municipales, distinguidoS integrantes del Municipio de Puerto Vallarta, representantes de las organizaciones civiles y colectivos que trabajan incansablemente en favor de las causas ambientales de su estado y de esta maravillosa región.

Integrantes del Comité Pro-Declaratoria de Los Arcos de Mismaloya; representantes de las instituciones de educación superior y científica que nos acompañan en esta ceremonia.

Explicó del marco histórico de esta celebración, el proceso de conservación que inicia en 1975, con la publicación de un acuerdo de la Secretaria de Industria y Comercio para declarar como una zona de refugio para la protección de la flora y fauna marinas la zona de los Arcos de Mismaloya, se vio estancado cuando en el año 1988, con la creación del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas y posteriormente en el año 2000 con la creación de la Comisión de Áreas Naturales Protegidas, la zona de Los Arcos de Mismaloya no se inscribe dentro de las áreas naturales protegidas y consideradas como de interés de la Federación, debido a su pequeño tamaño.

Sin embargo, esto no impidió para que los Arcos de Mismaloya se convirtieran en el principal icono natural de Puerto Vallarta, resaltado no solo por su belleza escénica, sino por la belleza biológica que puede ser apreciada ya sobre los mismos peñascos, en tierra o bajo la superficie marina en sus cañones rocosos, bancos arenosos o bosques de sargazo.

Todo esto tenía que, tarde o temprano desembocar en una propuesta ciudadana, ahora arropada por el gobierno municipal.

Lo que aquí hace falta y es de lo que yo quiero hablar, es la participación ciudadana, ya sea como vallartense de nacimiento o llegado de otras partes del país.

Es importante declarar esta zona, protegida oficialmente.

Y aunque estamos satisfechos y llenos de energía por el camino que ahora lleva este proceso.

aún en marcha, estamos conscientes de que no es suficiente.

Dijo que existen demasiados ejemplos de conservación legislación que solo se queda en el papel, para que nos hagamos la ilusión de que Los Arcos sea efectivamente un área protegida.

¿Pero, qué es lo que falta?, ¿Se imaginan que las cosas sucedieran, simplemente porque alguien la publica?, ¿ Se imaginan que las leyes arreglaran los problemas simplemente porque se publican en un diario oficial?, ¡El país entero estaría casi sin problemas!.

Lo que aquí hace falta y es de lo que yo quiero hablar, es la participación ciudadana, ya sea Como vallartenses de nacimiento o por elección propia, o como visitantes nacionales o extranjeros.

Muchas veces cuando nos enteramos de una propuesta, un problema o alguna situación en la que más de uno debe participar, nos preguntamos, ¿y yo, cómo puedo ayudar?.

En este caso, como ciudadanos, para hacer efectiva la protección de la zona de Los Arcos de Mismaloya, es muy sencillo.

Primeramente debemos ser plenamente conscientes de la importancia de la zona y de que aunque por el momento no se encuentre decretada oficialmente como un Área Natural Protegida, debemos respetarla y cuidarla todos y cada uno de nosotros cuando la visitemos o estemos cerca de ella y para ello, se han propuesto una serie de prácticas muy sencillas de seguir, que si lo hacemos todos, el área de Los Arcos de Mismaloya se encontrará protegida.

Algunas de estas prácticas tienen que ver obviamente con la protección de la zona; como no pescar o interactuar con la flora y fauna de la zona, ni desembarcar en los islotes, pues son un hábitat aislado muy frágil, así como la de evitar cualquier tipo de vertidos o derrames, sólidos o líquidos, as santo el uso de drones o dispositivos similares que al accidentarse muy frecuentemente pueden contaminar el ambiente y de hecho lo hacen.


Otras de estas prácticas tienen además que ver con la propia seguridad del visitante y el correcto disfrute del ambiente, como evitar velocidades mayores a 5 millas o aproximarse a los islotes a distancias menores a 10 metros, así como respetar las normas internacionales para las prácticas de buceo.

Pero quizás las más importantes son aquellas que implican un mayor compromiso con la conservación y buen uso del hábitat de Los Arcos de Mismaloya, ayudando a mantener la infraestructura dentro del área, evitando tocar o dañar el emboyado que sirve de señalización y finalmente comprometerse con el mantenimiento, protección y conservación del área, al apoyar o realizar actividades que ayuden al logro de sus objetivos de conservación, como el retirado de cualquier tipo de desecho o contaminante que flote o se pueda encontrar en el fondo.

E interviniendo si es posible, al ayudar a animales heridos que puedan requerir de apoyo y contactando, de ser necesario a las organizaciones o a las autoridades ambientales correspondientes, e incluso denunciado alguna actividad que contravenga estas prácticas y vulnere el estado de conservación y buen uso de la zona.

En fin que solamente con la participación de todos, el objetivo final que es su conservación, podrá ser posible.

Las leyes y los decretos no son el fin último de un movimiento de conservación, una necesaria herramienta lo son, pero si queremos realizar un cambio para bien de nuestra realidad, solo lo lograremos con la participación y la voluntad ciudadana. Somos muchos más, que todos los inspectores que alguna autoridad pueda contratar y de alguna forma podemos vigilar 24 horas los 7 días de cada semana, pues entre nosotros, siempre habrá alguien que pueda estar viendo, viviendo y disfrutando de Los Arcos de Mismaloya.

Salir de la versión móvil