Ante los medios, Bartlett reiteró lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho: que las grandes empresas consumidoras de energía como Walmart, Femsa-Oxxo, Telcel y Chedraui, estarán obligadas a comprar la energía «legal» que venderá la CFE en caso de que sea aprobada la reforma eléctrica que el Ejecutivo mandó al Legislativo.
Insistió que el esquema de autoabasto, figura creada durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, desaparecerá por ser “ilegal».
«En el autoabasto están todos los grandes consumidores y no pagan lo que tienen que pagar, pero eso se tiene que desbaratar. Ese contrato que firman es mentira, es ilegal, leonino, contrario a nosotros, no pueden subsistir esas sociedades de autoconsumo que son monopolios privados ilegales, tienen que participar en el sistema que se va a crear”.
Añadió: «Da coraje ver todos estos disque socios, porque tenemos todos los datos de cada una de estas sociedades que no pagan, por eso se elimina la figura de autoabasto, ya no hay; es decir, tienen que comprar en un mercado honesto y habrá electricidad para todos, pero no en un régimen oligárquico, cínico como éste”.
En la conferencia de prensa convocada por el propio Bartlett, destacó que la CFE acepta 46% de inversión privada; no se va a expropiar y se va a respetar en un nuevo modelo, aclaró.
“Lo que se va ver es cuánto se invirtió aquí, no la figura (bajo la que se hizo). Vamos a establecer una especie de competencia, que tanto les gusta, entonces les vamos a comprar la energía nosotros en un mercado con los mejores precios.
«Les estamos invitando a que participen. Ellos quieren participar, ellos dicen que quieren mucho a México, que se quieren quedar aquí, muy bien, pero bajo las reglas del Estado».
La reforma que presentó el presidente, abundó, es en rescate de la CFE. Se trata de un proyecto con un objetivo contrario a la política “neoliberal” del gobierno de Enrique Peña Nieto, remató.