Asesinan a uno de los agresores de la reportera Karla Silva en Silao

GUANAJUATO, Gto. (proceso.com.mx).- Luis Gerardo Hernández Valdenegro, uno de los tres agresores directos de la reportera Karla Silva Guerrero y su compañera Adriana Palacios en el 2014 en la oficina del periódico El Heraldo en Silao, murió asesinado cuando se encontraba en su domicilio en esa misma ciudad, el viernes 14.

Según información de la Policía Municipal, el hombre, apodado El Mapas, estaba en un domicilio en la colonia Rinconada de las Flores, a donde llegaron personas desconocidas en una motocicleta y tocaron a la puerta en la madrugada del viernes.

Cuando Luis Gerardo abrió la puerta, le dispararon en la cabeza.

El hombre cayó muerto en la puerta de la casa mientras sus agresores huían.
La tarde del 4 de septiembre de 2014, Hernández Valdenegro y otros dos hombres, Samuel Ornelas y Joaquín Valero, entraron a la oficina del periódico El Heraldo de León en Silao, donde se encontraban la reportera Karla Silva Guerrero y su compañera Adriana Palacios, empleada administrativa.

El Mapas sacó una navaja y amagó a Adriana, mientras Samuel Ornelas atacó a la reportera, a quien golpeó en repetidas ocasiones.

Los tres fueron detenidos y en sus declaraciones señalaron al entonces secretario de Seguridad, Nicasio Aguirre, y al director operativo de la Policía Municipal, Jorge Alejandro Fonseca Durán, como quienes los contrataron para agredir a la periodista, siguiendo órdenes del entonces presidente municipal, el priista Benjamín Solís Arzola.

Los tres funcionarios fueron también detenidos, aunque Solís Arzola fue capturado después de que concluyó su mandato; solicitó el juicio abreviado en el que se declaró culpable de ser instigador de la golpiza a la periodista y las amenazas a su compañera; fue sentenciado y pagó un monto económico como reparación del daño, pero por lo bajo de la pena pudo obtener su libertad luego de un año en prisión.

Los tres autores materiales igualmente obtuvieron sentencias que les permitieron obtener beneficios de semi libertad, pero algunos no cumplieron con sus ingresos periódicos en prisión.

Uno de ellos fue Hernández Valdenegro.

                                                         
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