Por José Luis Preciado Trujillo
Fue este pasado vienes cuando vendedores ambulantes enfrentaron y señalaron a la Jefa de Fiscalización, Cecilia Pérez Dueñas, como una «servidora pública» abusiva, agresiva y prepotente, al considerar que ha emprendido una «casería de brujas» en contra de ellos, aunado de los abusos que con anterioridad se conocen, como el ocurrido en días pasados cuando ella, junto con su asistente personal, agredieron física y verbalmente a un joven Tzotzil de 14 años, luego de que quería le quitaran su mercancía.
Y es que en esa reunión, quedó evidente de que los vendedores ya no aguantan a la jefa de Fiscalización del Ayuntamiento de Bahía de Banderas por prepotente y agresiva. Cecilia Pérez Dueñas, es supervisora de Reglamentos, a quien dicen que ya no la aguantan porque en todo momento los está persiguiendo como que si fueran delincuentes y como que si fuera también consigna de alguien más, ajeno al Ayuntamiento y que tiene intereses personales en el pueblo mágico de Sayulita.
Incluso, trascendió hay más interés en lo particular que como funcionarios públicos, que hostigan sin cesar a los trabajadores ambulantes.
También la señalan de amenazas y por presuntamente haber agredido a un pequeño que traía acompañando una vendedora ambulante, a quien dicen que le decomisaron sus artesanías por andar vendiendo en la vía publica, esto al parecer por señalamientos directos, junto con el acompañante inseparable, un ex agente de tránsito, de nombre Francisco, de quien se dice es su mano derecha y su asistente personal.
A este «servidor público», lo señalan como el que presuntamente se dedica a hacer “el trabajo sucio” de la supervisora Cecilia Pérez Dueñas, a quien señalan de haberla impuesto a ese cargo por compromisos que tiene el sindicato del SUTSEM con el actual Ayuntamiento.
