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Cientos de elementos de la Policía Federal (PF) realizaron un paro de actividades en todas las instalaciones que la corporación posee en la Ciudad de México, en demanda de que se respeten sus derechos laborales en cuanto a antigüedad y prestaciones en caso de ser aceptados en la Guardia Nacional (GN), y aunque se instaló una mesa de negociación con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) para atender sus demandas, los agentes rompieron el diálogo y convocaron a un paro a escala nacional a sus compañeros de corporación para este jueves a partir de las nueve de la mañana.
La protesta se inició a las tres de la mañana en el Centro de Mando de la PF que se localiza en la alcaldía Iztapalapa (Contel), y derivó en el cierre de diversas vialidades en la capital del país para que sus demandas fueran atendidas por las autoridades.
Los primeros en protestar fueron los elementos citados en el Contel para que se les practicaran los exámenes físicos, poligráficos y médicos, que son de acreditación obligatoria para incorporarse a la GN. Los agentes federales decidieron no abordar los autobuses que estaban listos para trasladarlos a distintas entidades sonde se les realizarían las pruebas.
Posteriormente se fue sumando el personal de diversas áreas, principalmente de Fuerzas Federales de Apoyo, de Seguridad Regional y Gendarmería.
Por momentos, en el interior de esas instalaciones policiales la manifestación se tornó violenta, ya que la comisaria general, Patricia Trujillo Mariel, acudió a negociar con los elementos, y fue agredida a su arribo por un grupo de agentes, los cuales la hicieron caer al piso y le arrancaron sus insignias de mando.
Sin embargo, la denominada enlace de la PF con la Guardia Nacional entabló una negociación con un grupo de representantes de los agentes inconformes, quienes le hicieron llegar su pliego petitorio, que incluía, entre otras demandas respeto a sus derechos laborales, como antigüedad, pago de los bonos por riesgo y viáticos; también, que los exámenes para ingresar a la nueva corporación se realicen con la infraestructura del sistema de desarrollo policial de la PF y no exista discriminación para quienes tienen problemas de sobrepeso.
Inicialmente se conformó un grupo de cinco representantes de los más de 3 mil elementos que estaban en el interior del Contel, lo que provocó la suspensión de labores, mientras en el acceso principal familiares de los agentes realizaron una manifestación y el cierre de uno de los sentidos del Periférico Oriente.
Durante la protesta, los agentes solicitaron en repetidas ocasiones la presencia del titular del la SSPC, Alfonso Durazo Montaño, para que se firmara un documento en el que se garantizaran los derechos laborales y que éste se publicara en el Diario Oficial de la Federación con el fin de que las autoridades se obligaran a su cumplimiento.
Mientras en el Contel se llevaba a cabo el diálogo, otros centros de trabajo de la PF se sumaron al paro de actividades y también realizaron cierre de vialidades durante varias horas, como fue en la avenida Constituyentes con dirección al centro de la Ciudad de México, frente a Torre Pedregal; en Periférico Sur en el sentido de sur a norte; en Miguel Ángel de Quevedo, y en el kilómetro 11 de la carretera México-Pachuca.
También bloquearon cuatro horas la autopista México-Querétaro, a la altura de Tepeji del Río, y en Tijuana, Baja California, 50 agentes se plantaron en la Glorieta Cuauhtémoc, en la Zona Río.
Tensión
En el Contel se vivió otro momento álgido cuando los inconformes obligaron a quienes resguardaban la oficina donde se instaló una mesa de negociación a que se permitiera el acceso a los medios de comunicación. Un grupo de agentes amenazó con derribar un puerta de seguridad y como parte de la exigencia se obligó a empujones a retirarse a quienes trataban de resguardar la zona.
El paro de actividades incluyó a quienes laboran en oficinas centrales de la SSPC, en el poniente de la Ciudad de México, donde todos los accesos fueron cerrados con cadenas y candados, y solamente un pequeño grupo de funcionarios se quedaron en el interior del inmueble en el que se albergan las instalaciones de la División Científica de la Policía Federal y el área de Inteligencia.
Los elementos de la PF también también realizaron protestas en los estados de México, Hidalgo y Baja California.
Al igual que sus compañeros en la capital, informaron que interpondrán amparos colectivos ante juzgados federales para que sus derechos laborales no san violados.
Al filo de las siete de la noche, cuando ya se había reinstalado la mesa de diálogo y participaba el subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía, los representantes de la PF se retiraron de la negociación y señalaron que convocarán a un paro nacional indefinido si no llegan a un acuerdo con las autoridades.
Dijeron que mantendrán tomadas las instalaciones del Centro de Mando en Iztapalapa porque, según los agentes, las autoridades no quieren negociar de manera transparente
.
Los inconformes querían que las negociaciones se realizaran en presencia de los medios de comunicación e integrantes de una organización no gubernamental de derechos humanos, y los representantes de la SSPC no aceptaron.
El subsecretario Ricardo Mejía afirmó que las autoridades se mantendrán abiertas al diálogo.
En ese contexto, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que detrás de las protestas policiales habría mano negra
, pues no tienen una causa justa ya que no se está despidiendo a ningún elemento.
En respuesta al posicionamiento del mandatario, el abogado de los uniformados, Iván Chávez, dijo que todos buscan un fin legítimo, que es mantener sus prestaciones
, y adelantó que este jueves se presentará una solicitud de amparo colectivo para más de 700 agentes.