Sobre el desierto de Etiopía existe una grieta de 56 kilómetros que refleja la serie de movimientos geológicos que conducirán a la formación del océano
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El continente africano se está partiendo en dos y esto dará origen a un nuevo océano; la zona oriente de África, que lo separa de la Península Arábiga por el Mar Rojo, se ubica sobre el cruce de tres grandes placas tectónicas que se encuentran en un movimiento constante.
Esta serie de movimientos de placas crearán una nueva cuenca oceánica dentro de millones de años en lo que ahora se conoce como la Región de Afar, asentada sobre países como Etiopía, Eritrea, Somalia y Kenya.
La evidencia de ese proceso geológico es una grieta de 56 kilómetros originada en 2005 y que se encuentra sobre el desierto de Etiopía, punto donde convergen las placas tectónicas nubia, somalí y árabe.
Satélites ayudarán a comprender la transición
Mediciones satelitales contribuyen en estos momentos a que expertos comprendan mejor los procesos tectónicos que impulsan esta transición geológica, un fenómeno que ocurre a la vista del mundo entero
La formación del nuevo océano en la Región de Afar será un proceso que tomará por lo menos entre 5 y 10 millones de años; para tener una perspectiva de lo que eso significa, la serie de movimientos geológicos que dieron origen al Mar Rojo y al Golfo de Adén, fue resultado del alejamiento que la placa árabe tuvo de África durante los últimos 30 millones de años.
Entre las hipótesis respecto al origen de la grieta sobre el desierto de Etiopía, científicos aseguran que una enorme columna de rocas sobrecalentadas, que se eleva del manto debajo de África Oriental, podría estar impulsando la grieta.
La geofísica Cynthia Ebinger, de la Universidad Tulane en Nueva Orleans, cree que la presión acumulada por el aumento de magma podría estar desencadenando los explosivos eventos en la región de Afar.