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A 4 años del divorcio de Peña Nieto y Angélica Rivera: cómo fue el polémico matrimonio presidencial

El 2 de mayo de 2019 el exmandatario mexicano anunció que se separaba de su segunda esposa tras abandonar la Presidencia de la República

infobae.com

Este 2 de mayo se cumplieron cuatro años del anuncio sobre el término del matrimonio presidencial que conformaron Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera, el cual fue mediático desde que se hizo público el romance cuando el político aún era el gobernador del Estado de México.

Aunque existieron muchos rumores sobre el futuro de la pareja después de que el exmandatario abandonó la titularidad del Ejecutivo Federal en diciembre de 2018, tuvieron que pasar sólo cinco meses para que el priista diera a conocer la noticia de su separación mediante sus redes sociales, desde entonces se ha mantenido alejado de internet y sólo aparece en ocasiones específicas.

En el corto mensaje que compartió el militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2019 sólo informó que, tras más de 10 años de relación, ambos habían tomado la decisión de separarse; además, agradeció a la actriz “por todo”, especialmente por haber entregado amor, tiempo y dedicación a la familia que ambos formaron con los hijos de sus respectivos primeros matrimonios.“Quiero agradecer a Angélica por haber sido mi compañera, esposa y amiga a lo largo de más de diez años y por haber entregado su amor, tiempo y dedicación a nuestra familia. Hoy ha concluido legalmente nuestro matrimonio, deseo que le vaya bien siempre y que tenga éxito en todo lo que emprensa. Angélica, muchas gracias por todo”, fue el mensaje que acabó con los rumores en aquellos años.

¿Cómo inició el polémico matrimonio?
La relación de Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera desde que se dio a conocer estuvo rodeada de rumores, pues muchos, incluso, llegaron a apuntar que habría sido planeada con el objetivo de que el priista obtuviera la victoria en el 2012; no obstante, en múltiples entrevistas ambos se encargaron de desmentir los rumores y confirmar que su relación fue verídica en todo momento.

De acuerdo a lo que se contó, ambos personajes se conocieron en 2008 cuando la actriz fue contratada por el gobierno del Estado de México para que encabezara la campaña Compromisos Cumplidos, misma que se encargaba de hacer referencia a las promesas de campaña que ya se habían materializado en algunos de los municipios de la entidad del Valle de México.

No obstante, el escándalo escaló después de que se emitieron los promocionales, ya que muchos apuntaban al entonces supuesto romance, pese a que la actriz aún se encontraba casada con el producto José Alberto Castro, con quien llevaba desde los noventas y había procreado tres hijas.

Los señalamientos de presunta infidelidad se apuntaron directamente hacia Rivera; no obstante, fue el propio exmarido de la actriz el que desmintió que su relación haya acabado por un tercero en discordia, ya que el matrimonio habría acabado a inicios de 2008, mientras que el romance con el político de Atlacomulco fue confirmado a finales de dicho año.

Enrique Peña Nieto fue quien confirmó el romance durante una entrevista, en el que aceptó que estaba saliendo con la actriz: “¿Somos novios? Sí”. Ahí mismo pidió no volver a ser cuestionado sobre los mismo, pues aseguró que su romance se dio de forma normal, dejando atrás aquellos rumores.

Tras dos años de noviazgo, la pareja se casó el 27 de noviembre de 2010 en la catedral de Toluca; no obstante, ahí se presentó otro problema, debido a que se dio a conocer que las autoridades de la Iglesia Católica invalidaron el primer matrimonio de la actriz, acción que muchos sentenciaron que se dio por la influencia del político.

Pese a lo anterior, el romance continuó durante la campaña presidencial, incluso durante los primeros años del sexenio de Enrique Peña Nieto; sin embargo, tuvo su punto de quiebre cuando una investigación periodística dieron a conocer presuntas irregularidades en la compra de la casa a la que la familia, al término de la administración, planeaba mudarse.

Fue mediante una investigación periodista conocida como La Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, publicada en 2014 en el postal Aristegui Noticias, que se dio a conocer que el Grupo Higa vendió la residencia a la pareja en 86 millones de pesos -aproximadamente USD 7 millones de la época-.

Ante esos y más escándalos que se dieron a conocer, el gobierno federal se vio obligado a ofrecer una explicación a la opinión pública; no obstante, la ciudadanía se llevó una sorpresa mayor cuando la que dio las razones detrás de la compra de la residencia fue la actriz.

Mediante un video que rápidamente se viralizó, la primera dama aseguró que ella era la propietaria de dicho inmueble, el cual fue adquirido como fruto de sus 25 años de trabajo como actriz y modelo. La versión oficial fue duramente cuestionada, especialmente porque comenzaron a salir otros señalamientos de presumibles actos de corrupción alrededor del círculo peñista.

Tras el escándalo por la casa y la explicación que no satisfizo a la ciudadanía, la pareja enfrentó otro problema que fue el declive de su relación, pues la mayoría de las versiones apuntaron a que el matrimonio estaba fracturado, pero se obligó a continuar para concluir los seis años de gobierno.

Todo concluyó con el avisó que Peña Nieto dio en 2019 cuando confirmó su divorcio; aunque meses después éste dio a conocer que estaba en una nueva relación con la modelo mexicana Tanía Ruíz, de la que se separó a inicios de 2023.

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