Reconocerlos a tiempo puede marcar la diferencia en un diagnóstico temprano y en la prevención de complicaciones mayores
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Los pies son una parte fundamental de nuestra movilidad diaria, pero pocas veces se les presta la atención necesaria como indicador de la salud general.
Diversos especialistas en medicina interna y podología han señalado que ciertas molestias en esta zona del cuerpo pueden ser una alerta temprana de enfermedades graves que, si no se detectan a tiempo, pueden afectar de manera significativa la calidad de vida.
Diabetes y neuropatía diabética
Uno de los casos más frecuentes es la diabetes, que puede manifestarse con hormigueo, pérdida de sensibilidad o heridas que tardan mucho en sanar. Estos síntomas suelen ser consecuencia de la neuropatía diabética o de una mala circulación sanguínea, condiciones que requieren atención médica inmediata.
Problemas de circulación, corazón y riñones
Los problemas de circulación o del corazón también pueden reflejarse en los pies. El enfriamiento constante, la hinchazón o un tono azulado son signos de mala irrigación sanguínea y podrían estar asociados a enfermedades cardiovasculares. De manera similar, los problemas renales suelen provocar hinchazón persistente en pies y tobillos debido a la retención de líquidos.

Enfermedad hepática y artritis
Otra alerta común proviene de la enfermedad hepática, que puede manifestarse con una picazón intensa en los pies, especialmente en la planta. Por su parte, la artritis o la gota generan dolor fuerte en el dedo gordo, rigidez e inflamación en las articulaciones, lo que limita la movilidad y afecta la rutina diaria.
Trastornos de tiroides y deficiencias nutricionales
Los trastornos de la tiroides también dejan huella en los pies: quienes los padecen pueden experimentar pies constantemente fríos, resecos y con uñas quebradizas. A esto se suma la importancia de una alimentación balanceada, ya que la deficiencia de vitaminas y minerales suele ocasionar calambres frecuentes, uñas frágiles y sensación de debilidad.
Enfermedades neurológicas e infecciones
Las enfermedades neurológicas son otro factor a considerar. Síntomas como entumecimiento, pérdida de equilibrio o una sensación constante de ardor pueden estar relacionados con alteraciones en el sistema nervioso. Finalmente, no se debe restar importancia a las infecciones por hongos, que suelen causar mal olor persistente, uñas amarillentas o descamación, señales de que la salud de la piel está comprometida.

Diagnóstico oportuno
Por tal razón los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Clínica Mayo, refieren que prestar atención a los pies no es solo una cuestión estética, sino una herramienta clave de prevención.
Identificar a tiempo estos síntomas y acudir al médico permite obtener un diagnóstico oportuno y evitar que una señal aparentemente menor se convierta en una complicación grave.