Un sujeto lo rentó y luego lo andaba vendiendo. Por poco le daban el dinero, cuando llegaron los de la arrendadora y se llevaron el auto. El comprador determinó llamar al 911 y así se aclaró todo. El fraudeador se dio a la fuga al verse descubierto
Una intensa movilización de elementos de la Policía Municipal se registró la tarde de este jueves sobre la avenida Francisco Medina Ascencio, luego de que se reportara un presunto robo de vehículo que resultó estar relacionado con un intento de fraude.
El reporte inicial alertó a las autoridades sobre un automóvil Nissan March, color blanco y con placas del estado de Guanajuato, que supuestamente había sido robado del estacionamiento de Elektra en la colonia Palmar de Aramara.
El vehículo fue detectado circulando rumbo al norte, a la altura del monumento a la Ballena.
Policías municipales lograron interceptar la unidad y se entrevistaron con dos sujetos que viajaban a bordo, quienes aseguraron que el automóvil pertenecía a una empresa arrendadora y que ellos, empleados de dicha compañía, sólo estaban recuperando el vehículo por instrucción de la aseguradora, utilizando una copia de las llaves y localizándolo mediante GPS.
De acuerdo con la información recabada por los oficiales, todo comenzó cuando un joven interesado en adquirir el vehículo lo encontró ofertado en redes sociales.
Tras establecer contacto con el supuesto vendedor, acordaron encontrarse en el estacionamiento del centro comercial Galerías. Ahí, el joven inspeccionó el auto y fue convencido de que la venta era legítima, ya que el vendedor que traía documentos (falsos) argumentó que necesitaba el dinero con urgencia para cubrir gastos médicos de su hijo enfermo.
El interesado manifestó que tenía $80,000 en ese momento, pero que retiraría el resto en una sucursal de Banco Azteca ubicada en Elektra. Sin embargo, mientras realizaba el trámite bancario, el vehículo desapareció, lo que sorprendió al vendedor y joven que apenas iba a comprarlo, por lo que éste último reportó el hecho como un robo.
Hasta entonces se le hizo sospechoso, ya que el vendedor se retiró del lugar a toda prisa antes de que llegara la policía, por lo que el joven que hizo el reporte al 911 se quedó a esperar la patrulla ya que todo se le hizo sospechoso.
Posteriormente, la Policía Municipal localizó el vehículo y detuvo a los dos individuos que lo conducían. En ese momento se aclaró que eran representantes de la arrendadora y que también estaban al tanto de que alguien estaba intentando vender el auto de forma fraudulenta. Gracias al rastreo satelital, ubicaron el vehículo y procedieron a su recuperación antes de que se consumara el fraude.
El joven afectado fue trasladado al lugar y tras aclararse la situación, decidió regresar el dinero al banco al ser enterado que el auto no estaba en venta y que estuvieron a punto de ser víctima de fraude.
Por su parte, el vehículo fue entregado a la empresa arrendadora y se elaboró un informe de hechos.
El Ministerio Público fue notificado del incidente y, aunque no se consumó el fraude, se destacó que estuvo a punto de concretarse una estafa por un monto de 115 mil pesos.