Las personas afectadas por enfermedades mentales presentan un riesgo de suicidio diez veces mayor que aquellas personas que no las sufren.
Por Morelia Trejo
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En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS), celebrado anualmente el 10 de septiembre, tiene como objetivo general crear conciencia acerca de este tema en todo el mundo.
El suicidio es un fenómeno que se ha manifestado en el hombre de todas las sociedades a lo largo de la historia y que por tanto ha tenido diferentes interpretaciones de acuerdo a la sociedad y época en que se ha dado.
Los suicidios y los intentos de suicidio afectan no solo a las personas, sino también a las familias, las comunidades y las sociedades.
Existen diversos factores de riesgo asociados al suicidio, como la pérdida laboral o financiera, el trauma o el abuso, los trastornos mentales, por uso de sustancias tóxicas y las barreras para acceder a la atención médica, que se vio aún más afectado con la pandemia COVID-19.
A más de un año del inicio de la pandemia, más de la mitad de las personas encuestadas informaron que sí vieron afectaciones en su salud mental.
En torno a este tema platicamos con la maestra en psicología humanista con enfoque Gestalt, Evelin Villafranco, quien nos compartió más información al respecto:
Maestra, ¿Cuáles son las señales de aviso qué da una persona que tiene pensamientos suicidas?
Las personas tienden a verbalizar algunos de sus pensamientos, por ejemplo:
“Todos estarían mejor sin mí”
“A veces deseo dormir y ya no despertarme jamás”
“Estoy muy cansada, no tengo ánimos de nada, me canso de vivir”
Algunas personas comparten que han pensado seriamente en quitarse la vida, otras “bromean” sobre ello, en cualquier caso, siempre que una persona exprese un deseo de no vivir es una señal de alerta, lo mismo si expresa un desánimo, aislamiento o conductas autodestructivas, ya sea por sentir tristeza o enojo es importante brindar apoyo.
¿Cuáles podrían ser algunos de los factores de riesgo del suicidio?
• Pueden ser por presencia de algún Trastorno ya sea psiquiátrico, trastorno del estado de ánimo, trastorno depresivo, estrés, trastorno por uso y consumo de sustancias.
• Falta de comunicación afectiva (carencia de expresiones de afecto ya sea para expresar o para recibir, una necesidad grande de sentirse amado y apapachado).
• Pérdida de un ser querido (familiar, amigo, e incluso las mascotas).
• El acoso y la agresión sexual del cual pudo haber sido víctima una persona, sin importar la edad o clase social.
• Vivir con algún tipo de violencia ya sea doméstica, laboral, psicológica, sexual, emocional, física, etc.
• El despido de un trabajo significativo para la persona que genere una crisis, la falta de empleo y oportunidades, las presiones económicas.
• Un estigma social y cultural al pedir ayuda profesional (¿cómo voy a ir al psicólogo?, ¿Qué van a pensar de mí?, ¿me verán cómo alguien débil?) la falta de acceso a los servicios de apoyo emocional por el costo o la ausencia de dependencias de apoyo y asesoría.
• El fácil acceso a las armas, o sustancias que pongan en riesgo la vida.
¿Existen todavía Mitos sobre el Suicidio?
Sí, como que solo las personas en depresión se suicidan o que las personas verbalizan “me quitaré la vida” solo para llamar la atención.
El que lo dice no lo hace, el que intenta suicidarse es un enfermo mental, si lo intento y no se murió ya no lo volverá a hacer o intentar.
El estigma social y la falta de conciencia siguen siendo los principales obstáculos para la búsqueda de ayuda para el suicidio, lo que pone de relieve la necesidad de campañas de alfabetización en salud mental y contra el este estigma.
Para finalizar, ¿Qué puedo hacer para ayudarme a mí mismo o a otra persona que tenga intención de autolesionarse o quitarse la vida?
Lo más importante es pedir ayuda profesional, si no tengo el recurso en ese momento o la instancia de apoyo puedo pedir la ayuda a un familiar, amigo, vecino, profesor o persona de mi confianza.
Si yo sé de alguien cercano a mí ya sea un compañero de escuela, trabajo, vecino, familiar etc. debo canalizarlo con un profesional de la salud psicólogo, psiquiatra o médico que lo pueda apoyar o guiar para estar y sentirse mejor.
Si conozco alguna dependencia que brinde apoyo emocional acompañarlo a buscar el apoyo que necesita.
Hay que tener en cuenta que cada vida perdida representa a un amigo, padre, hijo, abuelo o compañero de alguien. Por cada suicidio producido muchas personas alrededor sufren las consecuencias. Los pensamientos y los comportamientos suicidas no son formas inofensivas de llamar la atención y no se deben ignorar.