Por Mauricio Lira Camacho
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Ayer era un ícono para los turistas, hoy es lamentable el estado en el que se encuentra el paso por el puente vehicular, sobre la isla de los niños, al sur del puerto.
Zona que se encuentra en deterioro, abandono y representa inseguridad.
Desde hace varios años que comenzó el calvario para cientos de comerciantes, vendedores y propietarios de diversos negocios en la isla.
Además de los turistas que gustan de visitar este lugar que desemboca al mar, mediante el río cuale.
Hace tiempo que la zona no cuenta con unas escaleras dignas que sirvan para el ascenso y descenso de personas a la parte baja de la isla, donde se encuentran diversos atractivos.
Gente de la tercera edad, y turistas con capacidades distintas, han optado por no visitar este punto, debido a la falta de condiciones para poder bajar a disfrutar de la gastronomía que ofrecen diversos restaurantes, así como para la adquisición de productos.
En su momento, los gobiernos tanto municipales, estatales y de la federación, a través de las secretarías de turismo, se echaron la bolita para buscar responsables por estas acciones.
Pues cabe destacar que, las escaleras originales fueron derrumbadas, bajo la promesa de que habrían de construir unas más funcionales, que pudieran usar todas las personas.
Sin embargo, a la fecha no ha habido nada de avance físico, pues el lugar en donde estaban localizadas de manera original, sigue cerrado.
El acceso para poder subir y bajar, se encuentra literalmente con un muro y no se sabe hasta cuándo dicho lugar volverá a ser funcional.
Gente local y turistas, deben bajar desde algún tiempo desde la acera de enfrente, donde se localiza la obra inconclusa y a pesar de que recientemente en sesión ordinaria de ayuntamiento, fueron aprobados recursos económicos para reactivar esa zona, a la fecha todo se mantiene estático.
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