Siguen cerrando cantinas en Sayulita

Señalan a Inspectores de Reglamentos de otorgar horas extras al parecer sin consentimiento del Alcalde, pero aún así los negocios de giros negros son cerrados

En operativos policíacos implementados debido a la contingencia del COVID-19, los elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Bahía de Banderas, por instrucciones del Alcalde Jaime Cuevas, siguen cerrando cantinas y restaurantes con venta de vinos y licores, que se niegan a acatar las disposiciones de las autoridades, estos amparados al parecer por los Inspectores de Reglamentos, quienes hacen de las suyas dando permisos de horas extras, sin informar a sus superiores.

En una redada realizada en el poblado de Sayulita, los agentes de la Policía Municipal, al mando del Sub Director Operativo, el capitán Vicente Martínez Castro, en coordinación con elementos de la Guardia Nacional y otras autoridades, acudieron al Pueblo Mágico de Sayulita, donde luego de recorres las zonas más conflictivas de dicha localidad, lograron cerrar al menos 6 cantinas, esto por no acatar las recomendaciones de las autoridades sobre la contingencia que se presenta actualmente por el COVID-19, además, por exceder el horario establecido, donde también retiraron a las personas que se encontraban aglomeradas ingiriendo bebidas alcohólicas en los espacios públicos.

Algunos encargados y propietarios, al principio se negaban a cerrar sus negocios argumentando que ya se habían arreglado con los de Fiscalización de Reglamentos, que encabeza el jefe de Inspectores Toni Seffo asegurando que les había pagado horas extras, pero aún así terminaron cerrando sus cantinas, con la consigna de que sí no cerraban, iban a ser detenidos.

Por tal motivo decidieron retirar a sus clientes de los negocios y cerrar para evitarse problemas legales ante la autoridad correspondiente, aunque aseguraron que ya se habían arreglado personalmente con los de Reglamentos, pero aún así los agentes policíacos los obligaron a cerrar las cantinas, a pesar de que los Inspectores al parecer ya habían hecho de las suyas, dando permisos para que se mantuvieran abiertos sin ser molestados y cerrar más tarde del horario establecido.

                                                         
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