‘Quiero trabajo, no ayuda del gobierno’: el viacrucis de los haitianos en México

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“No volveré a arriesgar a mi hija a pasar por la montaña en Panamá y cruzar el río donde el agua nos llegó hasta el cuello”, narra Roselene Piedorot de 36 años, ciudadana haitiana, mientras espera junto a su hija de 3 años, ingresar a las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados (Comar) en la colonia Juárez, en la Ciudad de México.

Como nunca antes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Migración (INM), entre enero y agosto de este año, México ha registrado el arribo de alrededor de 147 mil migrantes lo cual ha puesto en jaque la respuesta del gobierno federal para controlar los flujos que buscan llegar a Estados Unidos.

Un frutero viene peinando los alrededores en busca de clientes, pela la fruta y les dice: “25 y 30 pesos el vaso”.

Con dos mochilas y un paraguas, donde trae ropa y algunos juguetes para su hija, Roselene espera. Luego de un rato pregunta por el precio de un vaso de meloncito, pero opta por dar a su pequeña una bolsa de frituras de queso que compró en 5 pesos. Desde su llegada en México, hace unos días, han gastado 5 mil pesos entre comida y autobús.

“Está muy caro, mejor espero”, dice, mientras busca a Francois, su esposo, quien llena una forma que el personal de la Comar le brindó. Debe exponer al gobierno de México el por qué quieren permanecer asilados.

“Lo único que queremos es trabajar, no que nos den dinero, eso no está bien, tengo fuerza para trabajar donde sea”, sostiene Roselene a Forbes México.

Ciudadanos haitianos en las oficinas de la Comar. Foto: EFE

Junto a su esposo, Francois Fredzt, comenzaron su travesía a México desde Chile hace 5 meses. La mayoría del trayecto caminado y otras, con suerte, en autobús.

En el país sudamericano permanecieron y después de cuatro años decidieron abandonar Chile ya que nunca les pudieron entregar papeles con una residencia legal. Querían traer a una hermana de Roselene y a un primo de Francois, quienes están refugiados en República Dominicana.

El viacrucis los dejó marcados en Panamá donde para atravesar el país tuvieron que subir a la montaña donde encontraron un cementerio de migrantes que no lograron cumplir su objetivo de llegar a la frontera de Guatemala con México.

“Pienso que muchos murieron de cansancio o hambre, a donde quiera que voltearas había alguien muerto”, relata Francois.

“Yo me quiero quedar en México, yo tengo una familia, una hija, pero quiero trabajo, quiero quedarme aquí, hemos pasado muchas problemas, pasar la selva en Panamá, fue peligroso, ya quiero quedarme aquí”, afirma.

Ante lo difícil que resultaría llegar a Estados Unidos, Roselene y Francois ya han optado por quedarse en la Ciudad de México. Hoy dormirán en la Ciudadela.

Roselene, una ciudadana haitiana en México. Foto: Emmanuel Carrillo
Roselene, una ciudadana haitiana en México. Foto: Emmanuel Carrillo

Según información de la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados en esta semana han atendido hasta 400 solicitudes de ciudadanos haitianos en sus oficinas de Versalles 49. Algunos no han recibido atención ya que no alcanzan ficha, por lo que se pueden observar filas desde las 5 de la mañana.

Esta hora, es a la que generalmente llegan autobuses procedentes de Tapachula, Chiapas, donde el INM vive asfixiado por el arribo de migrantes procedentes de El Salvador, Guatemala, Honduras y ahora de Haití y Venezuela.

En un recorrido, Forbes México contabilizó a alrededor de 250 haitianos formados en las oficinas de la Comar llenado solicitudes de asilo. En los alrededores, rumbo a la Ciudadela, es común ver a familias buscando llegar a la Comar o buscando dónde comer o un sanitario. Todos con sus pasaportes visibles.

“Los policías piden dinero si no les enseñas tu pasaporte, saben que estamos ilegales, no queremos problemas y damos dinero”, comenta un haitiano quien prefiere no dar su nombre.

– Un grupo de migrantes haitianos, asiste a la oficina de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar). Foto: EFE

Según el INM, las solicitudes de haitianos que buscan refugio en México han crecido exponencialmente desde 2019. Tan sólo el año pasado las peticiones fueron de 2 mil 590. La gran mayoría no proviene directamente de Haití, sino que han viajado desde Chile y Brasil, países que los han acogido desde 2010.

De acuerdo con el canciller Marcelo Ebrard el arribo masivo de ciudadanos haitianos a México se debe a que son engañados acerca de que Estados Unidos podrá acogerlos en calidad de refugiados.

Estados Unidos no está permitiendo el avance de más conciudadanos haitianos a su país y opta por deportarlos a Haití o a México.

—¿Eso está diciendo Estados Unidos? Estamos en México sólo para poder llegar allá— dice asombrada Betzaida quien busca llegar a la frontera norte junto a Sémele, su esposo.

“Algunos haitianos fueron animados a viajar a Estados Unidos pero los están engañando”, lanzó Ebrard Casaubon esta semana.

Durante el gobierno del presidente Donald Trump, las posibilidades de que migrantes pudieran solicitar asilo se redujeron considerablemente y en el gobierno del presidente Joe Biden se ha mantenido pero se han recrudecido con el impacto de la pandemia de COVID-19.

En Estados Unidos se mantiene vigente el Título 42 en la ley de salud que restringe la entrada de extranjeros por la vía terrestre. En México el cierre de la frontera lleva más de 19 meses activo.

Alrededor de 13 mil haitianos permanecen bajo un puente fronterizo entre México y Estados Unidos donde han instalado un campamento en espera de que las autoridades estadounidenses resuelvan sus peticiones de asilo.

Haitianos en el campamento de migrantes debajo del Puente Internacional en Del Río, Texas. Foto: EFE

De acuerdo con autoridades fronterizas de Estados Unidos, el cruce de haitianos ha crecido desde 2019, año en el que intentaron ingresar 2 mil 46 migrantes, para 2020 fue de 4 mil 395 y para inicios de septiembre se disparó a 28 mil ciudadanos.

El pasado 11 de septiembre la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración realizaron un operativo en Chiapas para detener a migrantes donde fueron detenidos 150 haitianos. Posteriormente fueron deportados a Guatemala.

                                                         
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