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La Asociación de Periodistas del Estado de Guerrero (APEG), junto con organizaciones no gubernamentales y sociales, acordaron la integración de un frente común para contrarrestar la “embestida del Estado Mexicano” contra esos sectores.
Reunidos en Chilpancingo, en el marco de la asamblea estatal de la APEG, decenas de periodistas, luchadores sociales y defensores de derechos humanos, intercambiaron puntos de vista con relación a la “represión que ejerce el Estado en esta coyuntura”.
De inicio, el presidente del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, denunció que el gobierno no garantiza el trabajo periodístico, sino que lo denigra y trivializa.
Consideró que a partir del asesinato de Javier Valdés, corresponsal de La Jornada en Sinaloa, el gobierno llamó a proteger la labor periodística “pero es más bien de tipo mediático, como lo son las iniciativas de ley que se plantean a nivel estatal”.
Durante el encuentro, comunicadores de distintos municipios del estado dieron su testimonio de las agresiones que han sufrido. Hercilia Castro, reportera en Zihuatanejo, denunció que en la Costa Grande, los periodistas no denuncian por temor “y eso sucede también en Atoyac de Álvarez, en donde se prohibió la entrada a los reporteros”.
Israel Flores, periodista en la Tierra Caliente, reconoció que en los nueve municipios que conforman esa región, “varios compañeros han sido amenazados. Hay temor al cruzar los municipios de Arcelia y Teloloapan.
Como conclusión general de la asamblea, Nicolás Chávez, de la APEG, convocó a la realización de un foro estatal para analizar la problemática y definir una ruta, con la participación de los tres sectores convocantes.
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