“Los pobres son tan ignorantes que no tienen poder alguno”: Porfirio Díaz y la entrevista que desencadenaría la Revolución Mexicana

El 3 de marzo de 1908 se publicó el texto de James Creelman en el que el ex presidente hablaba sobre democracia

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“Me retiraré cuando termine el presente periodo y no volveré a gobernar otra vez”, era 1908 y Porfirio Díaz auguraba una vida democrática para México luego de tres décadas al frente del país. El presidente mexicano había accedido a platicar con el periodista James Creelman en una entrevista que cambiaría la historia del país.

A dos años de las elecciones de 1910 el periodista estadounidense James Creelman entrevistó a Porfirio Díaz en el Castillo de Chapultepec, dicho texto detonó el agitamiento político en los años próximos.

Al principio del texto Creelman narró el solemne caminar del dirigente quien se paseaba por el castillo hasta llegar a una roca bajo los cipreses después de pasar por la terraza y el jardín interior, en donde una fuente brotaba entre palmas y flores, salpicando con agua del manantial que Moctezuma solía beber.

México tiene hoy una clase media. Pero por otra parte, los pobres son a su vez tan ignorantes que no tienen poder alguno. Éramos duros. Algunas veces, hasta la crueldad. Pero todo esto era necesario para la vida y el progreso de la nación. Si hubo crueldad, los resultados la han justificado con creces” es una de las afirmaciones de Porfirio en el texto de 47 páginas “Presidente Díaz, héroe de las Américas”.

Las declaraciones de Díaz desataron la agitación política entre la clase media urbana y la élite porfirista pues tanto sus aliados como sus opositores interpretaron la entrevista desde su punto de vista y se fijaron como objetivo el ser sucesores del dictador una vez terminado su mandato.

Porfirio Díaz auguraba una vida democrática para México (Foto: INAH)Porfirio Díaz auguraba una vida democrática para México (Foto: INAH)

La primicia de dicho texto fue reproducida por fragmentos en el diario El Imparcial en su publicación del 3 de marzo; en los siguientes días se distribuyó en los editoriales de La Iberia, El Diario del Hogar La Patria de México.

En esa entrevista Porfirio Díaz afirmó: “He esperado pacientemente por que llegue el día en que el pueblo de la República Mexicana esté preparado para escoger y cambiar sus gobernantes en cada elección, sin peligro de revoluciones armadas, sin lesionar el crédito nacional y sin interferir con el progreso del país. Creo que, finalmente, ese día ha llegado”

También en ese momento mencionó que veía a la oposición como una bendición y no como un mal, pues le dejaba abiertas las puertas para que saliera de la clandestinidad y compitiera en el terreno de la ley, de modo que le daba la bienvenida a cualquier partido que tuviera ideales distintos al suyo.

El periodista James Creelman viajó a México para entrevistar a Díaz, este evento puede ser considerado como decisivo para el proceso que dio inicio al movimiento revolucionario, sin intenciones, había contribuido a la finalización del régimen.

Creelman fue un periodista seleccionado por el secretario de Estado de los Estados Unidos, la entrevista tenía como objetivo entender por qué Porfirio Díaz justificaba sus más de 5 reelecciones, aunque la política de México sólo permitiera dos.

En el texto Creelman no solamente cuestionó a Porfirio y escribió a continuación su contestación, sino que realizó una crónica completa de las reacciones a sus preguntas describiendo el lenguaje corporal del presidente, cuya voz se emocionaba hablando sobre la relación entre Cuba y los Estados Unidos mientras que lloraba al hablar de sus compañeros de armas.

En esa entrevista Díaz aseguró que ya no tenía la intención de seguir en la presidencia pues, a su juicio, el país se encontraba encaminado fuera de la crisis posterior a la Independencia de México. (27 de septiembre de 1821). Creelman afirmaba que Díaz hablaba de un modo sencillo y convincente pues su lugar no era expresarse desde la hipocresía.

Tumba de Porfirio Díaz en París, Francia (Foto: Twitter/alexramblasr)Tumba de Porfirio Díaz en París, Francia (Foto: Twitter/alexramblasr)

También admitió que sus métodos fueron duros e inflexibles aunque dijo que eran necesarios para salvar la sangre de los buenos. Díaz se declaró convencido de los principios democráticos y manifestó la firme resolución de separarse del poder en 1910, que era cuando finalizaría el periodo.

De acuerdo con Díaz, sólo los pueblos que habían llegado a su pleno desarrollo podían hacer un ejercicio democrático, por eso reconocía haber pacificado al país de manera forzada e intentar llevarlo al progreso mediante la cultura; aun así pensaba que en ese momento México podía intentar organizar elecciones.

“Creía en los principios democráticos como todavía ahora creo, a pesar de que las circunstancias me han obligado a tomar medidas severas para asegurar la paz y con ella el desarrollo, que deben preceder a un gobierno absolutamente libre. Meras teorías políticas, por sí solas, no crean una nación libre.” mencionó Díaz en la primer mitad de su conversación con Creelman.

Aunque expresó sus intenciones de no volver a postularse, lo hizo, así que fue criticado. Uno de los grupos de oposición fue el Centro Antirreeleccionista de México, que un año después lanzó como candidato opositor a Francisco I. Madero, iniciando así el proceso revolucionario.

                                                         
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