Irónico: mientras Calderón presumía los aciertos de su guerra contra el narco, Reyes Arzate se declaraba culpable en NY

Iván Reyes Arzate, alias «La Reina», jefe policíaco durante el sexenio de Calderón, se declaró culpable de narcotráfico ante el juez Brian Cogan, el mismo que lleva el caso de Genaro García Luna y condenó a Joaquín «El Chapo» Guzmán

heraldodemexico.com.mx

Mientras Felipe Calderón enlistaba los «éxitos»  de la Guerra contra el Narco en un evento de Tijuana;  Iván Reyes Arzate, alias «La Reina», jefe policíaco durante su sexenio, se declaraba culpable de narcotráfico en una corte de Nueva York. La misma donde condenaron a Joaquín «El Chapo» Guzmán  a cadena perpetua, y donde actualmente se lleva el proceso de su ex secretario de Seguridad, Genaro García Luna, acusado de nexos con el Cártel de Sinaloa.

Más de 10  años después, Felipe Calderón regresó a Ciudad Juárez a un evento público. Participó en el foro «Visión Chihuahua» que se llevó a cabo el pasado martes. En su ponencia de aproximadamente una hora, el ex presidente mexicano habló sobre la reactivación económica luego de la pandemia; sin embargo, no desaprovechó para recordar y justificar la estrategia que llevó a cabo en su sexenio en materia de seguridad, mejor conocida como la «Guerra contra el narco». 

“Esa fue la razón de nuestra estrategia de seguridad, muy cuestionada, en fin, pero lo que buscábamos era que la aplicación de la ley y la vigencia del estado de derecho”, señaló Calderón Hinojosa.

Irónicamente, ese mismo martes,  Iván Reyes Arzate, «La Reina», jefe de la Unidad de Investigación Sensible (UIS) durante la administración de Calderón, se estaba declarando culpable ante el juez Brian Cogan, en una corte de Nueva York.

«Reyes Arzate cerró los ojos con los traficantes de droga»

«Reyes Arzate cerró los ojos con los traficantes de droga, haciendo que pudieran operar con impunidad, cuando era jefe de la policía federal de México«, dijo en el juicio el agente de la agencia antidrogas estadounidense (DEA) Ray Donovan, según un comunicado del tribunal.

La última vez que Calderón había estado en un evento público en Tijuana, fue el 11 de febrero de 2010. Días antes la noticia de una masacre de jóvenes estudiantes había conmocionado al país.

El 30 de enero de ese 2010 un grupo de sicarios abrió fuego en un domicilio del fraccionamiento Villas de Salvárcar, en Ciudad Juárez; donde se realizaba una fiesta, y mató a 15 personas e hirió a 10 más, todos tenían entre 15 y 20 años. 

Por esas fechas Calderón se encontraba en una gira por Japón, desde donde declaró que el ataque estaba relacionado a un conflicto entre pandillas, lo que generó indignación entre los habitantes y posteriormente se vio obligado a disculparse. 

«Mis declaraciones llegaron a generar incomprensión y estigmatización»

“Mis declaraciones llegaron a generar incomprensión y estigmatización”, dijo en un evento en el Centro de Convenciones Cibeles, en donde también la madre de dos víctimas, Luz María Dávila, se coló y lo enfrentó por el asesinato de sus hijos.

«No eran pandilleros, es mentira. No puede ser que diga que ellos eran pandilleros, ellos estudiaban y trabajaban. Le apuesto que si a usted le mataran a un hijo, usted debajo de las piedras buscaría al asesino», dijo en aquella ocasión la desesperada la mujer. 

Más de 11 años después, Felipe Calderón regresó a ese mismo recinto y enlistó los que él considera «aciertos» de la Guerra contra el Narco.

Uno de ellos dijo, fue el que no imperara el crimen organizado sino la ley; otro, fue el fortalecimiento de las instituciones de seguridad y justicia; uno más, consideró, fue el fortalecimiento y la reconstrucción social, y recordó la masacre de Villas de Salvárcar.

“Eso hicimos aquí en esa dolorosa tragedia en Villas de Salvárcar, donde después de que murieron aquellos muchachos se construyó ahí campos deportivos, de juegos, equipos de futbol”.

El 17 de febrero de 2012, Calderón y su esposa Margarita Zavala, inauguraron la Biblioteca y Unidad Deportiva de Villas de Salvárcar.

 Felipe Calderón Hinojosa  inauguró la Biblioteca y Unidad Deportiva de Villas de Salvarcar en 2012 (FOTO: ALFREDO GUERRERO/CUARTOSCURO)

Iván Reyes Arzate, «La Reina», se declaró culpable de narcotráfico en una Corte de Nueva York

Según el fiscal Breon Peace, Arzate aceptó 290 mil de dólares en sobornos a cambio de entregar información sobre las investigaciones que las autoridades mexicanas y estadounidenses realizaban en contra del Cártel de Sinaloa, los Beltrán Leyva y otras bandas criminales. 

«Al aceptar miles de dólares de sobornos a cambio de información sobre las investigaciones al cártel , Arzate forjó una alianza lamentable con los traficantes de droga, y traicionó no solo al pueblo de México, al que juró proteger, sino que puso en peligro a sus colegas», dijo en la audiencia.

El expolicía estuvo asignado desde 2003 a 2016 a la Unidad de Investigación Sensible (UIS). En 2008 fue nombrado jefe de la unidad y principal contacto para compartir información con el personal de Estados Unidos y otros colegas de la agrupación.

Familias se congregaron en las instalaciones deportivas con los familiares de las victimas de Villas de Salvárcar (FOTO: NACHO RUIZ/CUARTOSCURO)

Hacia noviembre de 2016, cuando participaba en una investigación conjunta con la policía estadounidense contra un cártel mexicano, Reyes Arzate se reunió con los capos para transmitirles información sobre los pormenores de la investigación que se llevaba a cabo, a cambio de 290.000 dólares, según el tribunal.

Reyes Arzate se expone a un mínimo de cinco años de cárcel y a un máximo de 40.

La UIS estaba integrada por policías mexicanos que combatían el narcotráfico, el lavado de dinero y otros delitos en cooperación con agentes de la DEA estadounidense. Sus integrantes recibieron entrenamiento en la sede de la agencia en Estados Unidos. 

Reyes Arzate se entregó en 2018 en Chicago tras ser acusado de filtrar información sensible a carteles de la droga mexicanos.

Fue condenado ese año en Chicago a 40 meses de cárcel. Según la Oficina de Prisiones de Estados Unidos, debía ser liberado el 27 de enero para ser deportado a México, pero un gran jurado de Nueva York decidió en enero de 2020 acusarlo de conspiración para traficar drogas hacia Estados Unidos.

El caso recayó en el juez Brian Cogan, quien presidió el juicio contra el exjefe del cartel de Sinaloa Joaquín «Chapo» Guzmán, y lleva adelante el caso por narcotráfico contra el exsecretario de Seguridad Pública de México en el sexenio de Calderón, Genaro García Luna. 

                                                         
Compartir