El Grito de la “nueva normalidad”

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CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La alteración de la arenga tradicional, con un matiz doctrinal, frente a un Zócalo vacío por primera vez en las fiestas patrias, marcaron la realización de la ceremonia del Grito de Independencia, en medio de las medidas de distancia social.

El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó la ceremonia tradicional del Grito de Independencia, con los fastos tricolores dispuestos para la transmisión especial: la figura del país en iluminación sobre la plancha del Zócalo y un pebetero que, una vez lanzada la arenga conmemorativa, se encendió aludiendo a la llama de la esperanza.

Los vivas convocantes en responsorio virtual, excepto por algunas voces que entre militares y personal gubernamental, resonaron inusuales en su parte final:

“Viva la fraternidad universal”, “viva el amor al prójimo”, “viva la esperanza en el porvenir”, sumó el mandatario, en proclamas que imprimieron esta vez su proclividad a lo cristiano, en el ceremonial de motivo fundacional.

La transmisión de la ceremonia, histórica por la soledad impuesta por las medidas de distancia social para contener la pandemia, inició a las 10:55 de la noche, tiempo del centro con la aparición del presidente López Obrador, ataviado con traje oscuro, al pecho cruzada la banda presidencial, como marca el protocolo de uso para la solemnidad.

Acto seguido se escuchó el toque de queda y se guardó un minuto de silencio en honor a las más de 70 mil personas que han fallecido durante la pandemia del coronavirus.

Junto a él, su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, en vestido blanco y peinado de salón. Recorren juntos los pasillos de Palacio Nacional hasta llegar al salón de Honor, donde la escolta del Heroico Colegio Militar hace entrega de la Bandera de México, con la que el mandatario saldría al balcón central para asir el cordón de colores patrios y tañer la campana, una vez concluida la arenga, emulando el llamado que se atribuye al cura Miguel Hidalgo para el levantamiento armado de 1810.

Los vivas fueron para la Independencia; para Hidalgo, Morelos, Josefa Ortiz de Domínguez, Allende, Leona Vicario y entonces siguió con “el heroico pueblo de México”, “las comunidades indígenas”, “la grandeza cultural de México”, todas estas frecuentes expresiones en sus exposiciones cotidianas.

Además, hubo vivas conceptuales: a la libertad, la justicia, la democracia, la igualdad y la soberanía.

Desde siempre, el presidente López Obrador suele realizar reivindicaciones históricas y es aficionado a la historia nacional, de ahí que, desde el año pasado, en su primera celebración del Grito de Independencia, haya instruido a los medios públicos la transmisión de contenidos históricos en los que se puso especial énfasis en este periodo de pandemia, para el segundo ceremonial.

Entre el Ballet Folklórico de Amalia Hernández con la Orquesta Escuela “Carlos Chávez” y la verbena que incluyó entre otros a Sonido Gallo Negro, Tierra Mestiza, Los hermanos García y Los Sinaloenses de Cuidado, transcurrió la transmisión del sorteo alusivo al “Avión presidencial”, que quiso el mandatario programar para esta fecha, para cerrar el programa virtual con los contenidos históricos.

Sobre la Plaza de la Constitución, el Zócalo capitalino, los fuegos pirotécnicos consumaron así la celebración del 210 aniversario del inicio del movimiento independentista, al ritmo de Mi Ciudad, El Son de la Negra, El Sinaloense, una polka, la Sandunga y Caminos de Michoacán para que, unos 25 minutos después de haber iniciado, terminara el festejo patrio en tiempos de nueva normalidad.

                                                         
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