Día de Acción de Gracias: La oscura y sangrienta historia tras la celebración del tercer jueves de noviembre

No para todos es día de fiesta: Descendientes de la tribu que fue traicionada por los ingleses aún buscan que se les reconozca en la historia

heraldodemexico.com.mx

Como dicta la tradición, millones de familias en Estados Unidos se reunirán este tercer jueves de noviembre para cenar y dar gracias a la vida por todo lo bueno (y quizá también por lo malo) que recibieron durante el año. Esta será la primera vez desde que inició la pandemia de Covid-19 que la celebración «regrese» a la normalidad, debido a que muchas personas ya están vacunadas, aunque en alerta por la inminente cuarta ola de contagios.

Esta conmemoración es motivo de regocijo, reflexión y hasta fiesta en algunas ciudades, donde suele haber espectaculares desfiles para recordar cuando los antepasados ingleses que llegaron al país de las barras y las estrellas tuvieron buenas cosechas gracias a la ayuda de los nativos de lo que hoy conocemos como Massachusetts.

Desfile de Macy’s por el Día de Acción de Gracias 2021 en NY. Foto: AP

El origen del Día de Acción de Gracias

A lo largo del tiempo, muchos se han atrevido a afirmar que la historia escrita no es más que la versión de los vencedores, y en este caso, no es la excepción. Lo que para la mayoría de las familias estadounidenses es un día de fiesta, para los pocos descendientes de la tribu WampanoagAcción de Gracias es su Día Nacional de Luto.

En los últimos meses, el tema de la conquista a manos de europeos hace más de cinco siglos ha sido tema de polémicas discusiones en el continente americano, ya que se busca limpiar la memoria de los pueblos indígenas caídos o sometidos durante el mal llamado «descubrimiento de América».

En el caso de Estados Unidos, son los Wampanoag quienes siguen resistiendo a más de 400 años de la llegada de los peregrinos ingleses a bordo del Mayflower, un barco que arribó a la costa de Plymouth.

Esta pintura de Francis Bacon retrata cómo pudo ser el desembarque de los peregrinos en Plymouth. Foto: Especial

La llegada de los peregrinos a Plymouth

Los Wampanoag, una tribu originaria de Plymouth, fueron los primeros en ver la llegada de los peregrinos a sus tierras en 1621. Un reportaje de The Washington Post relata que para entonces estaban distribuidos en unas 69 aldeas y cada una tenía a su líder o sachem y un curandero. Vivían en abundancia debido a que sus tierras se prestaban para la siembra de maíz y tenían la posibilidad de pescar varias especies en los ríos y las costas.

Si bien ya habían entablado relaciones comerciales con algunos exploradores desde un siglo atrás, no fue sino hasta la llegada de los peregrinos que comenzó el fin de su tribu. En 1614, un líder de los Wampanoag fue llevado junto con otros 20 hombres como esclavos hacia España y cuando regresó a sus tierras solo encontró muerte y desolación: sus hermanos habían sido prácticamente exterminados por una misteriosa enfermedad, la cual consideran los historiadores que pudo ser viruela o fiebre amarilla.

Seis años después, llegó el Mayflower, una embarcación que traía consigo a familias inglesas enteras. Los nativos los vigilaron por meses, pero para cuando llegó el invierno, muchos de los extranjeros murieron como consecuencia de las extremas temperaturas. El primer «contacto» entre ambas caras de la historia no se dio sino hasta la primavera de 1621.

Así fue el «primer» Día de Acción de Gracias

Tras ese primer contacto de los Wampanoag con los peregrinos, el pueblo originario vigiló de cerca a los extranjeros, pero a la par los enseñaron a plantar frijoles, calabazas y maíz así como a crear ferilizante con restos de pescados. Para cuando llegó el otoño de 1621, los ingleses tuvieron buenas cosechas y lo celebraron con una fiesta, que se convirtió en lo que hoy conocemos como el Día de Acción de Gracias.

Pero a la fiesta no fueron invitados los Wampanoag, y eso es algo que aún causa escozor hasta nuestros días. Sólo hasta que en su jolgorio los ingleses detonaron armas y llamaron la atención de los lugareños, fue que se habrían dignado a convidarles un poco de lo que estaban consumiendo. En esa fiesta hubo de todo, granos, ciervos, mariscos y aves para repartir por montones.

Esto, junto con la creencia popular de que los nativos americanos portaban plumas al estilo apache hace 400 años no es verdad, asegura el escritor David J. Silverman  en su libro This Land Is Their Land, publicado en 2020. Las personas originarias de Plymouth (hoy Massachusetts) eran totalmente diferentes a como los retrata la historia, a lo mucho portaban un mohawk (mohicano) hecho con pelo de puercoespín, dice el autor.

Esta versión del primer Día de Acción de Gracias, y el estereotipo con el que aún cargan los descendientes de nativos americanos, es algo contra lo que siguen luchando sus descendientes.

Pintura sobre cómo pudo ser el «primer» Día de Acción de Gracias» en 1621. Foto: Museo Pilgrim Hall

El inicio del fin para los Wampanoag

Descendientes de los Wampanoag relataron al WP que Día de Acción de Gracias retrata una idea de que sus antepasados acogieron con los brazos abiertos a los peregrinos y que estos les trajeron a ellos una mejor esperanza de vida. Pero no es verdad. Mother Bear, una mujer que busca por rescatar sus raíces nativas contó que en 1789 se oficializó una ley en la que era causa de muerte el enseñar a escribir o leer a un indio Wampanoag.

Aunado a ello, los ingleses hicieron todo por despojarlos de sus tierras y los obligaron a adoptar el cristianismo como religión: «teníamos una política de rezar o morir, si no te convertías, tenías que huir o morir», detalló la mujer. Después vino lo peor, pues los peregrinos colonizadores enviaron a los niños a internados para quitarles sus «costumbres indias», tal como el cabello largo o su lengua materna.

«Acoger y brindar su amistad a los peregrinos fue el peor error de los Wampanoag», señaló el activista Frank James, pues tras la colonización quedaron muy pocas aldeas, al grado de que más tres siglos después, no podían ser reconocidos como tribu originaria por parte del gobierno de Estados Unidos.

No fue sino hasta 2007 que se les dio el reconocimiento federal como tribu, a más de tres décadas de que lo habían solicitado para poder instaurar su Día Nacional de Luto. Ahora, a 400 años de la traición de los peregrinos, los Wampanoag siguen luchando por recuperar las tierras que les pertenecieron a sus ancestros y tienen las esperanzas puestas en Deb Haaland, la primera secretaria del Interior en ser nativa americana.

Placa en Plymouth que recuerda que ahí desembarcaron los peregrinos. Foto: Google

 

                                                         
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