La visita de Andrés Manuel López Obrador a Puerto Vallarta marcó los dos pasos de la moneda, “Fuera Alfaro”, “Es un honor estar con Obrador”
Por: Morelia Trejo
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Un cielo nocturno iluminado por los relámpagos fue la atmósfera del día en el que se dio cita a funcionarios gubernamentales, en Puerto Vallarta.
Los destacables acompañantes del representante del ejecutivo nacional este día fueron el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro Ramírez y de la Secretaria de gobernación Olga Sánchez Cordero.
Momentos antes de iniciar con su ya tradicional «mañanera» el mandatario nacional celebró de manera privada la reunión de seguridad en donde hicieron una evaluación general del estado en materia de seguridad, instancias como la marina, la guardia nacional y el ejército mexicano participaron y dieron sus sugerencias al gobernador del estado.
En paralelo a esta reunión y con el clima en contra, diferentes grupos sociales se iban dando cita a las afueras de la Octava Zona Naval con la esperanza que el presidente de la república escuchara y les diera una respuesta a cada una de sus preocupaciones.
De los grupos aquí reunidos se observaron grupos ambientalistas, ejidatarios, jubilados, grupo de pescadores y ciudadanos que en particular llegaron de otros lugares del estado y del interior del país para tener unos minutos de contacto con el mandatario nacional.
Momentos más tarde y en medio de un gran chubasco se dio inicio a la rueda de prensa en donde el primero en tener la palabra fue Enrique Alfaro Ramírez, quien comunicó algunos datos de la reunión previa en materia de seguridad que habían tenido.
Por primera vez en 5 años Jalisco está abajo de la media nacional en incidencia delictiva total por cada 1000 habitantes.
Se redujo en un 50% los robos de alto impacto en el primer semestre del año en comparación con el mismo periodo en 2018.
Aumentaron en un 20.6% (255) los homicidios dolosos en este primer trimestre del año en comparación con el del año 2018. El 81% está relacionado directamente con la delincuencia organizada.
Y cómo si fuera un mundo paralelo en el exterior se podían leer pancartas con leyendas como “¡Auxilio, señor presidente!! El gobernador de Jalisco, Alfaro, nos quitó nuestro sustento”
“Fuera Alfaro” los textos, los semblantes y la actitud mostraba el dolor de un pueblo atropellado, ignorado y sumamente lastimado.
A pesar que la lluvia mojó sus ropas y algunas de sus mantas eso no fue motivo para desistir, al contrario parecía que los truenos que estaban haciendo la banda sonora de esta mañana eran su marcha de guerra pues seguían llamando y llegando personas de todas edades y sectores sociales.
Tal fue el caso de los jubilados de la tercera edad del Instituto Mexicano del Seguro Social, los cuáles iban con un solo objetivo, no ser olvidados ante el agravio ya sufrido en el sexenio pasado en donde fueron robados sus ahorros para el retiro.
Los minutos transcurrieron y Tláloc hizo tregua con los guerreros presentes, las aguas cesaron y el sol alumbró dando paso a un aire de fe y victoria para todos los que ahí se encontraban.
Después de un desayuno privado con miembros de su gabinete y el actual presidente electo de Puerto Vallarta, Luis Michel. Empezó el desfile de vehículos hacia sus lugares de origen, cada vehículo era un grito de espera y una oportunidad para ser escuchados.
La paciencia, el esfuerzo y la actitud positiva tuvo buenos frutos; a las 10:30 de la mañana, se abrió la puerta principal de la octava zona naval de dónde salió una camioneta negra en la cual iba el Presidente López Obrador, con amabilidad, atención y pidiendo respeto, el mandatario escuchó, recibió, las quejas, documentos y presentes que tenían para él los protestantes.
No faltaron los gritos de apoyo y hasta las peticiones de autógrafos, la euforia, la alegría y la esperanza iluminaba el rostro de todos los presentes y al grito de “es un honor estar con Obrador” se cerró este capítulo de una crónica anunciada.
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