Coronavirus: un nuevo estudio advierte por el efecto de los “supercontagiadores” asintomáticos en lugares cerrados

El artículo publicado por la Revista de la Asociación Médica de Estados Unidos (JAMA) está basado en un modelo matemático y recomienda la utilización de “protección respiratoria estricta” siempre que haya alguna posibilidad de estar en una misma habitación con un individuo con alta carga viral

infobae.com

Un estudio basado en modelos matemáticos y publicado el lunes en la Revista de la Asociación Médica de Estados Unidos (JAMA) muestra que la carga viral de coronavirus en el aire puede alcanzar “concentraciones críticas” en áreas cerradas y mal ventiladas, aunque esto sólo presenta un riesgo alto de contagio si el individuo en cuestión es un “supercontagiador” asintomático.

El artículo publicado por los investigadores Michael Riediker y Dai-Hua Tsai define a estas personas como “emisoras de una gran cantidad de aerosoles que contienen una alta carga viral”, aunque señala también que la prevalencia de éstas en la sociedad es muy baja.

“Nuestros hallazgos sugieren que sólo un pequeño grupo de personas con muy alta carga viral presentan un riesgo de infección en ambientes poco ventilados”, matizan en el artículo.

Sin embargo, los investigadores recomiendan una “protección respiratoria estricta” siempre que haya alguna posibilidad de estar en una misma habitación con un individuo de estas características, y por un período prolongado, especialmente si éste está tosiendo.

Trabajadores de un bar con mascarillas en Francia (Christophe Archambault/AFP/dpa)
Trabajadores de un bar con mascarillas en Francia (Christophe Archambault/AFP/dpa)

El impacto real de los infectados con coronavirus que presentan síntomas leves o directamente ninguno ha estado acaparando la atención de los investigadores y gobiernos, ya que en gran medida las directivas de aislamiento social y distanciamiento buscan evitar la propagación de la enfermedad por causa de estos agentes.

Esta nueva evidencia confirmaría que los asintomáticos pueden ser grandes propagadores, pero sólo si se trata de personas con una carga viral alta -”supercontagiadores”-, los cuales son apenas una minoría del total.

Desde el comienzo de la pandemia se ha reportado la existencia de “super-eventos” de propagación del virus, situaciones en las que se ha reportado el contagio de más del 75% de las personas asistentes, como por ejemplo en restaurantes, congresos, ensayos de coro, entre otros.

Esto, en contraste con tasas de infección estimadas en el 1% para una comunidad promedio y del 10% dentro de los hogares, según el reporte. Incluso en otro estudio realizado en un hospital de Wuhan se encontró que la prevalencia del virus en el aire en la sala de emergencias era baja.

Imagen de archivo de una clienta que usando una mascarilla es atentida en una oficina con prácticas de distanciamiento social en Guayaquil, Ecuador (REUTERS/Vicente Gaibor del Pino)Imagen de archivo de una clienta que usando una mascarilla es atentida en una oficina con prácticas de distanciamiento social en Guayaquil, Ecuador (REUTERS/Vicente Gaibor del Pino)

El modelo matemático creado por Riediker y Tsai fue alimentado con información viral publicada en estudios científicos el 20 de mayor de 2020 y se utilizó como referencia una habitación de 50 metros cuadrados, área típica para una oficina pequeña o una sala de examinación médica, con una mala ventilación.

En la simulación se analizó la cantidad de virus en los aerosoles lanzados al aire mediante la tos y la respiración normal por un individuo con Covid-19. En el caso de una persona con una carga viral promedio, se encontró que el riesgo de contagiar a otros era bajo. Aunque si la persona tiene una carga viral alta, un “supercontagiador”, el riesgo entonces aumenta.

“Las implicaciones de estos hallazgos para la vida diaria y el trabajo es que los individuos pueden estar en riesgo de infección si pasan más de unos minutos en un cuarto pequeño con una persona infectada con Covid-19 que además tiene una carga viral alta”, explica el artículo.

Esto implica que los espacios de trabajo no deberían ser compartidos mientras no haya tests rápidos para diferenciar entre individuos sin Covid-19 y aquellos asintomáticos”, señala, agregando que el uso de mascarillas es esencial para reducir emisiones.

                                                         
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